El fin de semana pasado, alrededor de 2 mil 700 migrantes atravesaron a Lampedusa, en Italia, a través de embarcaciones, debido al asedio que sufren miles de personas en países de la región subsahariana por parte del Estado Islámico. Hasta el momento se reportan 300 desaparecidos y los albergues saturados, tanto de Italia como de la ONU, a los que llegan los migrantes reclamando asilo por conflictos bélicos.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) urgió a la Unión Europea a establecer una operación de búsqueda y rescate en el Mediterráneo con una magnitud y alcance similar a la cancelada estrategia Mare Nostrum, que salvó cientos de vidas durante el año que funcionó.
Tras la muerte esta semana de al menos 300 migrantes que intentaban llegar a Europa desde Libia, António Guterres aseveró que no puede haber duda de que la operación Tritón, vigente actualmente, es un reemplazo inadecuado del plan italiano Mare Nostrum, lanzado en octubre de 2013.
Guterres enfatizó que el objetivo debe ser salvar vidas y advirtió que si no se implementa un operativo efectivo será inevitable que mucha más gente muera en el intento de cruzar hacia Europa.
El Alto Comisionado ha instado en repetidas ocasiones a los gobiernos europeos a tomar en cuenta las necesidades de la gente que huye de conflictos y otros lastres al diseñar sus políticas para así reducir la pérdida de vidas.
#MIGRACIONES Más de 2.700 migrantes han atravesado el mediterráneo desde el sábado, y se estima que hay más de 200.000 esperando en #Libia
Además, ha llamado a abordar las causas de raíz de las migraciones y a brindar alternativas legales y seguras para evitar más travesías arriesgadas en embarcaciones precarias.
Según datos de la ONU, como resultado de los conflictos en distintos países árabes y africanos, en 2014 cruzaron el Mediterráneo unas 218.000 personas y 3.500 de ellas murieron.
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha confirmado que más de 300 migrantes desaparecieron en el mar Mediterráneo este fin de semana.
La Guardia Costera italiana indicó inicialmente de la muerte de 29 personas que viajaban en una balsa de goma, pero informes posteriores afirmaron que eran cuatro las embarcaciones de ese tipo, de las cuales una desapareció y de las otras dos solo sobrevivieron nueve personas.
El personal del ACNUR ha entrevistado en Lampedusa a más de 110 sobrevivientes rescatados por guardacostas italianos y un barco mercante. Los migrantes y refugiados confirmaron que llevaban días sin agua ni alimentos, luego de haber zarpado de Libia.
Babar Baloch, portavoz de ACNUR en Ginebra, aseveró que se trata de una de las mayores tragedias en el Mediterráneo este año. “Es por eso que ACNUR está pidiendo a Europa fortalecer sus capacidades de rescate, porque las personas que están desesperadas por buscar seguridad seguirán intentando este tipo de viajes y más vidas podrían perderse si no implementamos mecanismos de rescate”, advirtió.
De acuerdo con la agencia de la ONU, la mayoría de los pasajeros desaparecidos provienen de la región subsahariana e intentaban migrar a Europa, muchos en calidad de refugiados.
Ya en 2015, y a pesar de las malas condiciones climatológicas de los meses de enero y febrero, ACNUR ha observado que un número significativamente más elevado de refugiados e inmigrantes está tratando de cruzar el Mediterráneo en barco, en comparación con el mismo periodo del año pasado. Sólo en enero se registraron 3.528 llegadas a Italia, frente a las 2.171 de enero de 2014. Si se cuentan los fallecidos del suceso de ayer, se han producido 50 muertes en lo que llevamos de año frente a las 12 ocurridas en el mismo periodo del año pasado.
Además, también es preocupante el hecho de que, además del accidente acaecido ayer, hay indicios de que anoche otras personas habrían tratado de llegar a Italia. Además de la embarcación que transportaba a más de 100 personas, otras 9 fueron rescatadas de otros dos botes casi vacíos a la deriva cerca de las costas de Libia. Todavía no se conoce el destino de las personas que se cree que podrían viajar a bordo de estas embarcaciones.
En 2014 al menos 218.000 personas atravesaron el Mediterráneo y más de 3.500 perdieron la vida, una cifra que habría sido mucho mayor de no ser por los esfuerzos de la operación de rescate Mare Nostrum llevada a cabo por Italia, y que actualmente no está operativa. En su lugar, la operación Tritón promovida desde Europa y gestionada por la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores (FRONTEX) tiene un objetivo diferente y no es un sustituto apropiado para ofrecer una capacidad adecuada de búsqueda y rescate en el mar. Si no se llevan a cabo de manera apropiada las operaciones de búsqueda y rescate, ACNUR prevé que se produzcan más tragedias de este tipo.
ACNUR reitera su llamamiento a la UE para que garantice esta capacidad y ofrezca apoyo adecuado a Italia para que pueda hacer frente a las llegadas irregulares de personas por el mar Mediterráneo.
ACNUR ha advertido hoy de que la comunidad internacional no está prestando la debida atención al objetivo de salvar vidas en medio de la confusión entre las naciones costeras y los bloques regionales sobre cómo responder al creciente número de personas que emprenden peligrosos viajes por mar en busca de asilo o por motivos migratorios.
Con motivo de la preparación para la inauguración hoy en Ginebra del Diálogo del Alto Comisionado de ACNUR de 2014 -un foro de discusión política informal que este año versará sobre la protección en el mar– el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, António Guterres, ha señalado que algunos gobiernos están poniendo la prioridad en impedir la entrada de extranjeros más que en la defensa del asilo.
«Esto es un error, y precisamente la reacción equivocada en una era en la que un número de personas que están huyendo de las guerras ha alcanzado una cifra sin precedentes«, declaró Guterres. «La gestión de la seguridad y de la inmigración son preocupaciones para cualquier país, pero las políticas deben ser diseñadas de manera que la pérdida de vidas humanas no termine convirtiéndose en daños colaterales«.
La naturaleza clandestina de estas rutas marítimas dificulta las comparaciones fiables con años anteriores, pero los datos disponibles señalan que 2014 será un año récord. Según las estimaciones de las autoridades costeras y las informaciones de intercepciones confirmadas y otros seguimientos, al menos 348.000 personas han arriesgado sus vidas en este tipo de viajes en todo el mundo desde principios de enero. Históricamente, el principal motivo de este tipo de flujos era la migración, pero en el año 2014 ha aumentado el número de solicitantes de asilo implicados en estos movimientos.
Europa, que actualmente afronta conflictos en su frontera sur (Libia), este (Ucrania) y sureste (Siria / Irak), está observando el mayor número de llegadas por mar. Si bien no todas necesitan asilo, más de 207.000 personas han cruzado el Mediterráneo desde el inicio de enero – casi tres veces el récord anterior conocida de aproximadamente 70.000 en 2011, cuando la guerra civil libia estaba en pleno apogeo. Por primera vez, las personas de países generadores de refugiados (principalmente Siria y Eritrea) se han convertido en 2014 en la pieza principal de este trágico flujo, representando casi el 50 por ciento del total.
Además del Mediterráneo, en la actualidad hay al menos otras tres importantes rutas marítimas que están siendo utilizadas tanto por migrantes como por personas que huyen de conflictos o persecución. En la región del Cuerno de África, 82.680 personas cruzaron el Golfo de Adén y el Mar Rojo entre el 1 de enero y finales de noviembre, dirigiéndose principalmente desde Etiopía y Somalia a Yemen, o hacia Arabia Saudita y los países del Golfo Pérsico. En el sudeste asiático se estima que 54.000 personas han emprendido travesías marítimas en lo que llevamos de 2014, la mayoría de ellos partiendo desde Bangladesh o Myanmar con rumbo a Tailandia, Malasia o Indonesia. En el Caribe, se tiene constancia de que al menos 4.775 personas han recurrido a embarcaciones entre el 1 de enero y el 1 de diciembre de este año, con la esperanza de huir de la pobreza o en busca de asilo.
Y muchos mueren o son víctimas de grupos internacionales de delincuencia organizada mientras emprenden estos viajes. A nivel mundial, ACNUR tiene información de 4.272 muertes este año. Unas 3.419 de ellas se han producido en el Mediterráneo, lo que la convierte en la ruta más mortífera de todas. En el sudeste asiático, se estima que 540 personas han muerto en su intento de cruzar la Bahía de Bengala. En el Mar Rojo y el Golfo de Adén, se han perdido al menos 242 vidas a fecha 8 de diciembre, mientras que en el Caribe el número de muertos y desaparecidos reportados a partir de principios de diciembre fue 71. Al mismo tiempo, las redes de tráfico de personas están floreciendo, operando con total impunidad en zonas de inestabilidad o conflicto, y sacando provecho de los cargamentos humanos que se ven impulsados por la desesperación.
En el contexto de España, y especialmente a las Ciudades de Ceuta y Melilla, donde el porcentaje de personas procedentes de países que generan refugiados y llegan a estas ciudades autónomas se mantiene en torno al 60%, encabezado por los sirios, la oficina de ACNUR en España ha lanzado la iniciativa “El asilo es de todos”, con la que busca revalorizar la institución del asilo desde distintos sectores de la sociedad civil española e impulsar una nueva dinámica para fomentar el conocimiento, la participación y la implicación de la ciudadanía en el debate sobre refugiados y protección internacional y en la búsqueda de soluciones a su situación.
El número de personas que han llegado desde el mes de enero de forma irregular por mar y tierra a las ciudades autónomas de Ceuta y Melillasobrepasa ya las 6.000, de las que unos 2.500 son sirios que han huido de la guerra en su país, incluyendo mujeres y niños.
El 3 de octubre de 2013 murieron ahogados 368 inmigrantes frente a Lampedusa, una tragedia que sacudió la conciencia de Europa pero sin resultados en el tema. Y es que desde entonces, según cifras de Naciones Unidas, más de 3.000 personas han muerto en el mar Mediterráneo
El Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU (ACNUR) estima que más de 170 personas han muerto en el mar tratando de llegar a Europa en lo que va de 2014, cifra que incluye a aquellos que perdieron la vida en aguas de Grecia, Libia, Italia y en aguas internacionales.
ACNUR lamenta profundamente el creciente número de muertos por accidentes marítimos en el Mar Mediterráneo durante este año, que ya llega a los 170, a medida que aumenta el número de solicitantes de asilo y refugiados que emprenden la travesía en embarcaciones no aptas para la navegación, a menudo poniendo sus vidas en manos de redes de traficantes sin escrúpulos.
Al menos 17 personas perecieron ahogadas después de que un barco se hundiera en aguas internacionales, a unos 160 km al sur de la isla italiana de Lampedusa, y a unos 80 km al noroeste de Trípoli, en Libia. Entre los fallecidos hay doce mujeres, tres niños y dos hombres. Dos buques mercantes de Francia y de la República de Vanuatu, rescataron a 226 personas que posteriormente pasaron una revisión médica por parte de facultativos italianos trasladados por la marina italiana. El buque francés Bourbon Arcadia rescató a 158 personas, mientras que el Kehoe Tide, de Vanuatu, a 68 personas.
La tragedia se suma a una serie de naufragios en las costas de Libia acaecidos en los últimos quince días, y en los que se cree que han muerto 121 personas en tres accidentes que implicaban a embarcaciones distintas. La guardia costera de Libia ha rescatado a 134 personas. Los supervivientes reciben asistencia médica de ACNUR en cooperación con el International Medical Corps y la Guardia Costera libia. ACNUR también ha proporcionado a los supervivientes ropa, mantas y otros artículos de primera necesidad.
De los otros naufragios, uno tuvo lugar junto a las costas de Libia en torno al 6 de mayo, cuando una embarcación con 130 personas a bordo se hundió apenas 30 minutos después de iniciar la travesía, a pocas millas de la costa. Algunos de los 53 pasajeros supervivientes contaron al ACNUR que los traficantes les empujaron a embarcarse y partir a pesar de que el barco tenía daños en la parte central. Setenta y siete (77) personas habrían muerto ahogadas en este incidente, entre ellos cuatro mujeres. Hasta ayer (12 de mayo) la guardia costera había recuperado 44 cuerpos que se cree pertenecen al mismo naufragio; la mayoría de los cadáveres habían sido arrastrados hasta la playa en los últimos días. Las personas que viajaban a bordo procedían de Sudán, Ghana, Malí, Burkina Faso, Nigeria y Senegal.
La semana anterior (2 de mayo) a la guardia costera libia rescató a 80 personas (ciudadanos eritreos, somalíes y etíopes) después de que su embarcación, no apta para la navegación, comenzara a tener filtraciones de agua a unos cinco kilómetros de la costa. Otras cuatro personas se ahogaron en este incidente.
Dos días antes (30 de abril), la guardia costera de Libia encontró los restos de otro naufragio junto a las costas de Trípoli. El único superviviente, que permanece en estado crítico, fue atendido en un hospital gubernamental; los 40 pasajeros restantes (todos de Somalia) perecieron ahogados.
Entre las víctimas y supervivientes de estos naufragios hay también personas que huyen de la violencia o la persecución en sus países de origen. Los riesgos que asumen al emprender estas peligrosas travesías por mar reflejan las limitadas opciones seguras existentes tanto en Libia y como en otros contextos. ACNUR ha puesto en marcha una campaña de información en colaboración con la guardia costera de Libia, las organizaciones no gubernamentales, las agencias socias de la ONU y los solicitantes de asilo con el objetivo de informar a la gente sobre los riesgos reales que implican los viajes por mar.
ACNUR acoge con satisfacción las operaciones de rescate de las autoridades italianas y libias y la cooperación de las embarcaciones privadas, sin las cuales el número de muertos habría sido, sin duda más alto, pero pide que se siga reforzando las operaciones de búsqueda y rescate, especialmente en aguas que registran un elevado número de incidentes.
ACNUR también insta a los gobiernos de todo el mundo para que ofrezcan alternativas legales a las peligrosas travesías por mar, asegurando que personas desesperadas que necesitan refugio puedan buscar y encontrar protección y asilo. Estas alternativas podrían incluir el reasentamiento, la admisión humanitaria y la facilitación del acceso a la reunificación familiar. También se pide a los gobiernos que eviten medidas punitivas o disuasorias como la detención de personas que buscan seguridad.
Tras tres años de intenso conflicto, que ha causado miles de víctimas y millones de refugiados, la oposición siria sigue tan estancada como su adversario político, es más, la reunión de consulta que se ha desarrollado en la ciudad de Córdoba, que ha concluido con la lectura de la “Declaración de Córdoba”, se ha pedido “una solución política” pero sin renunciar a las lucha armada, el principal problema del país.
Y aunque es cierto que el régimen de Al-Asad ha quedado deslegitimado, lo cierto que buscar una paz por el bien de los refugiados es fundamental. No obstante, la oposición, la mayoría en exilio, cree que el régimen no debe formar parte de la transición del país, punto en el que se ha llegado a un consenso, por ello los opositores quieren llevar a cabo una conferencia sobre Siria en un país vecino o en el propio para que participen la mayor parte de los actores políticos, y expulsar al régimen.
Con esta medida penen en riesgo las conversaciones de Ginebra II que se van a celebrar el próximo 22 de enero, y que deben marcar las líneas entre opositores y los amigos de Siria para llegar a un acuerdo que cese la lucha armada y permita el regreso de los refugiados, así como las líneas de acción de la transición.
Sin embargo, los opositores al régimen no quieren renunciar a la vía armada, y han pedido la expulsión de las milicias armadas vinculadas a grupos extranjeros, así como la liberación e todos los detenidos, entre ellos los periodistas. Quieren más armas para desmontar política y militarmente al Al-Asad.
La oposición ve necesario un acuerdo político y pide crear una gran conferencia en el interior de Siria, pero no renuncia a la lucha armada
Siria vuelve así a estancarse en Córdoba, en una oportunidad estupenda para lograr una paz, aunque por primera vez se ha llegado a un consenso, sin embargo la situación de los refugiados y desplazados no va a variar, todo lo contrario que la lucha política que sale reforzada.
El documento recoge que Siria debe ser un Estado de Derecho, plural, en el que se respeten los derechos de todos los ciudadanos, independientemente de su etnia, confesión o género.
El gran beneficiando de todo esto ha sido el Gobierno de España, y es que buscar una solución a un conflicto internacional como el de Siria tiene una fuerte recompensa internacional, que lógicamente favorece a la imagen del país repercutiendo en el objetivo económico. España ha decidido tomar las riendas del Mediterráneo al puro estilo Sarkozy, que su sucesor en el cargo, François Hollande, no ha tomado.
Margallo, un ministro “europeísta” y confrontado con las pretensiones históricas de la acción exterior del Partido Popular, ha dado un guiño político a la región mediterránea apostando por una solución política, consensuada, de la oposición moderada de Siria que ha llevado a Córdoba a las portadas internacionales.
El conflicto que ha enfrentado a las grandes potencias, incluidos los cinco permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, parecía que iba a quedar estancado ante la permisividad diplomática de Rusia y la poderosa, pero poca meditada, acción militar de EEUU.
El ministro ha querido ganar puntos en Europa ante una agenda exterior muy centrada en la economía, y que la excusa del legado árabe de Andalucía y su institución Casa Árabe, han atraído a los sirios muy ligados a los estudios de lengua y cultura árabe que han accedido a buscar su futuro en la ciudad andaluza, finalmente con menos éxito del esperado.
Exteriores ha desplazado a su fuerte diplomático a Córdoba para que los sirios saquen partido de la cita y logren puntos internacionales, sobre todo tras la primera salida de armamento químico del país árabe, y que muestra la voluntad de Damasco de solventar el contencioso.
Siria ha caído en una caja rota llena de obstáculos para salir donde su régimen se ha aferrado al poder y los grupos armados han logrado controlar zonas, destruyendo la integridad territorial del país, una imagen que deteriora las esperanzas de los más de dos millones de refugiados sirios que esperan la paz de la mano de la oposición y la Comunidad Internacional.
Buscar una solución a un conflicto internacional como el de Siria tiene una fuerte recompensa internacional, que lógicamente favorece a la imagen del país repercutiendo en el objetivo económico. España ha decidido tomar las riendas del Mediterráneo al puro estilo Sarkozy, que su sucesor en el cargo, François Hollande, no ha tomado.
Margallo, un ministro “europeísta” y confrontado con las pretensiones históricas de la acción exterior del Partido Popular, ha dado un guiño político a la región mediterránea apostando por una solución política, consensuada, de la oposición moderada de Siria que ha llevado a Córdoba a las portadas internacionales.
El conflicto que ha enfrentado a las grandes potencias, incluidos los cinco permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, parecía que iba a quedar estancado ante la permisividad diplomática de Rusia y la poderosa, pero poca meditada, acción militar.
El ministro quiere ahora ganar puntos en Europa ante una agenda exterior muy centrada en la economía, y que la excusa del legado árabe Andalucía y su institución Casa Árabe, han atraído a los sirios muy ligados a los estudios de lengua y cultura árabe que han accedido a buscar su futuro en la ciudad andaluza.
La reunión de Córdoba desembocará en un manifiesto que pida la paz para un conflicto de tres años estancado y que la UE quiere solucionar para cesar el éxodo de sirios que están llegando a las costas del sur de Italia y Grecia, un problema que se aúna al crecimiento de grupos yihadistas vinculados a Al Qaeda que amenazan a Europa.
Exteriores ha desplazado a su fuerte diplomático a Córdoba para que los sirios saquen partido de la cita y logren puntos internacionales, sobre todo tras la primera salida de armamento químico del país árabe, y que muestra la voluntad de Damasco de solventar el contencioso..
Pero frenar ese éxodo también elimina problemas, hay miles de solicitudes de asilo en los países miembros de sirios que han huido de la guerra, España por ejemplo tiene a decena de ellos atrapados en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Pero esos datos ni se asemejan a los casi tres millones de refugiados que han salido de Siria y que son el objetivo de oposición y régimen, ya que son los dueños legítimos de la tierra Siria.