Renault abre su segunda fábrica en el Magreb

Directivos firman el acuerdo con Renault en Argel. / Renault

La compañía francesa de vehículos Renault , ha confirmado la apertura de una fábrica de coches en la ciudad argelina de Oran, tras un acuerdo firmado el pasado 19 de diciembre de 2012, en Argel. El objetivo es crear una empresa conjunta (participada en un 51% por los socios argelinos y un 49% por Renault) para desarrollar la industria del automóvil en Argelia y apoyar el crecimiento del mercado local.

El acuerdo prevé la construcción de una planta de fabricación en Oued Tlelat, al suroeste de Orán, para construir Renault turismos y vehículos comerciales del grupo, principalmente enfocado para el mercado argelino.

Oued Tlelat fue elegido debido a los beneficios que aporta al proyecto, incluyendo su red de carreteras, mano de obra cualificada, la cercanía al puerto de Orán, la infraestructura y la calidad de la tierra. Además, la cercanía al puerto de Oran le da a Renault la posibilidad de exportar los productos producidos en la factoría argelina.

Con esta fábrica se construye la segunda en el Magreb, ya que Renault inauguró el pasado mes de febrero su primera fábrica en Marruecos, situada en Tánger, la planta es la sede del gigante para la fabricación de vehículos de bajo coste, principalmente para la exportación.

El proyecto del grupo francés en Marruecos, con unas inversiones estimadas en 1.100 millones de euros, comprende una fábrica de ensamblaje en una superficie de 314 hectáreas de la Zona económica especial de Tánger-Med.

Argelia y Marruecos, el gran objetivo de España en…

Viaje del presidente Rajoy el pasado 3 de octubre a Marruecos. / Moncloa

La política exterior española hacia los vecinos del sur, Marruecos y Argelia, se ha visto fuertemente impulsada desde el comienzo de la nueva legislatura del Partido Popular, y en concreto a la cabeza del Ministro Margallo.

Desde una perspectiva amplia y multidimensional el actual ejecutivo ha tratado durante 2012 de tener en cuenta la miríada a factores políticos, económicos, históricos, culturales, geográficos y sociales que vinculan a España con Marruecos y Argelia, se ha puesto en marcha un proceso de intensificación de las relaciones cuyo mejor exponente son las dos reuniones de alto nivel entre los gobiernos marroquí y español, que se celebró el 3 de octubre, tras más de tres años sin convocarse, y argelino y español, que tendrá lugar en enero.

A estas reuniones preceden numerosos contactos a nivel ministerial y técnico, preparando el terreno para una cooperación más intensa.

Pero además de este impulso político, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, a través de la AECID, lleva a cabo una política catalizadora que busca, mediante actos, contactos, foros, seminarios y viajes, reforzar los vínculos entre las tres sociedades. Estos lazos entre empresas, organizaciones de la sociedad civil, medios de comunicación, o partidos políticos, son los que a largo plazo facilitan una relación estable y capaz de generar beneficios a ambos lados del estrecho.

Sin embargo, la estabilidad de la región del Magreb viene por un acuerdo definitivo para el contencioso del Sahara, que España debe ser el principal impulsor de esta solución ya que fue el antiguo régimen español quién abandonó el territorio.

Voces del Gurugú

Un joven migrante bebe agua en el monte, al fondo la ciudad autónoma de Melilla. / Anna Surinyach MSF

Hoy quiero compartir con todos vosotros este reportaje de Médicos Sin Fronteras, esta organización es de las pocas que trabaja en el Gurugú atendiendo a los migrantes que intentan llegar al enclave español de Melilla. En mi visita al Gurugú tope con ellos que subían a atender a los jóvenes subsaharianos que habían intentado saltar la valla días antes:

Llegan sin aliento y empapados, el sudor confundido con la lluvia, derrotados. Han corrido monte Gurugú arriba bajo el aguacero, algunos cojeando, embarrados regresan a casa, bajo los árboles, después de una nueva intentona infructuosa de saltar la valla de Melilla. En la vecina Nador, en el Gurugú, un monte amable de pinos y bosque bajo, habitan en campamentos improvisados varios centenares de migrantes subsaharianos, a la espera de la ocasión para entrar a Europa. Encajonados en el país alauí, sin poder avanzar y sin poder regresar a sus países, denuncian el acoso constante de las fuerzas de seguridad marroquíes, la violencia que emplean para impedirles saltar la valla -que hacen extensible a la Guardia Civil-, las deportaciones a la frontera con Argelia y la imposibilidad de trabajar en Marruecos, un país que se ha convertido en un callejón sin salida, el destino forzado de hombres y mujeres africanos que miran a Europa porque tiene que haber algo mejor que lo que dejan atrás. Y que lo que viven ahora.

“Hemos estado toda la noche esperando, toda la noche nos ha llovido, al lado de la valla, esperando la ocasión, pero no ha sido hasta la mañana que ha surgido. No ha sido posible, no ha pasado nadie”. Mussa tiembla en el frío de noviembre. “Éramos más de cien. A mí los militares me han dado con una piedra en la cabeza. En la valla se han quedado unos veinte, con los pies atrapados en el alambre de espino, los hemos tenido que dejar, les estaban pegando”. Tiene 25 años, es de Malí y llegó a Marruecos hace un año. Esta ha sido su segunda intentona.

Son todo hombres jóvenes, la mayoría de países de África Occidental que aseguran haber salido de sus países por falta de recursos económicos, por la inexistencia de trabajos, por la corrupción, porque son responsables de familiares, hermanos, madres que han dejado atrás, malviviendo. “No he podido enviar nada a mi madre, a mi tres hermanos pequeños desde que he llegado aquí”, se lamenta Mussa. Asegura que seguirá intentado pasar a través de la valla. El Estrecho le da miedo. Se hizo al mar en una barca de recreo, “de las que hinchas soplando”, que compró a duras penas con unos cinco compañeros. Dos de ellos se ahogaron.

Algunos, más habituados, con más intentos a la espalda y más cicatrices, incluso ven con normalidad el papel de las fuerzas de seguridad: “cada uno tiene su trabajo y el de los militares marroquíes es que no crucemos. El de la Guardia Civil, que no entremos. Te empujan y cuando te atrapan, -y no acuso a nadie, es la voluntad de Dios-, pues ya se sabe, son militares. Cuando se acaba la intentona, hay gente con brazos o piernas rotos. Si consigues, entrar en las vallas, entonces es el turno de la Guardia Civil”. Se hace llamar Jack Bauer, como el protagonista de la serie 24 y habla con experiencia: 10 intentonas.

“Las condiciones de vida aquí nos empujan a la valla. Dormimos en el suelo, comemos frutos, lo que conseguimos en la basura, tenemos que pedir”, denuncia Mussa. En el monte, buscan enclaves estratégicos para asentarse, agrupados por países de procedencia, por lenguas comunes. En invierno hacen fogatas, para calentar agua y hervir algo de té, para mezclar con harina y conseguir algo de calor. Duermen enfundados en plásticos para protegerse de la humedad.

El campamento de Abdou está alejado de la carretera, a unos veinte minutos de terreno escarpado, donde un repecho hace algo de cueva. La policía no llega allí tan fácil, “aunque también llega”. Abdou llegó hace dos meses al Gurugú, hace un año que salió de Ghana. Tiene 21 años y le gustaría llegar a algún país europeo donde pudiera acabar sus estudios para ser profesor, “es mi única oportunidad, no puedo volver a mi país”. Sus compañeros bajan al mercado de Nador a mendigar. El lo hace poco, “no me gusta como me hace sentir por dentro, y a veces te insultan, así que buscamos comida en la basura. Cuando no mendigo, a cambio me encargo de subir hasta la montaña lo que encontramos, lo que podemos comprar, arroz, si juntamos algunos dirhams”. Abdou tiene mucho miedo a la policía “y es por eso, porque les tengo tanto miedo, que no me han cogido”.

Los migrantes se quejan de no poder trabajar en Marruecos y de que si alguna vez alguien los contrata, los estafan. Cobran 20 dirhams al día (2 euros), “o no nos pagan y entonces nos amenazan con denunciarnos a la policía”, lamenta Mussa. También son con frecuencia objetivos de criminales y bandidos: no pueden acudir a la policía, no pueden denunciar, “los ladrones vienen con cuchillos y te roban, te dicen que les des la comida, el dinero, el móvil. Si no, te hacen daño”, corrobora Abdou.

Son pocos los que quieren dar su nombre real, los que quieren enseñar su cara a la cámara. Hay miedo. Se quejan de que el acoso policial, las redadas en el monte, se están haciendo cada vez más rutinarias, los arrestos y las deportaciones, por lo tanto, también.

Abdou cuenta que cinco de sus compañeros fueron arrestados el día anterior en el mercado y deportados a la frontera. Los deportan en grupos de veinte o treinta, explica. Una vez allí, se les obliga a dirigirse hacia Argelia, a abandonar Marruecos. Los soldados argelinos por su lado, les impedirán pasar, disparando al aire. Volverán a Marruecos. De la frontera tardarán entre cuatro y seis horas -si conocen el camino- en llegar a Oujda, posiblemente la primera ciudad con la que se encontraron cuando llegaron por primera vez a Marruecos, y de ahí unos dos días de regreso a Nador. El ciclo completado, volver a empezar y seguir intentando.

Arias Cañete: “España y Marruecos trabajan de manera conjunta…

Arias Cañete y Aziz Akhannouch en rueda de prensa. / MAGRAMA

El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha asegurado que “sólo desde el diálogo se construye el futuro” y ha defendido la importancia de sentarse en una mesa para analizar la situación en los mercados, la evolución de los precios, el respeto de los contingentes y el cumplimiento de los precios de entrada.

A juicio del ministro, se trata de buscar que “no haya perjuicios para ninguno de los dos países” y ha asegurado que “tanto a Marruecos como a España les interesa trabajar juntos para tener buenos precios en los mercados europeos”.

Arias Cañete hacía estas declaraciones en una rueda de prensa conjunta con su homólogo marroquí, Aziz Akhannouch, tras concluir la primera reunión del Comité Mixto Hispano-Marroquí de Frutas y Hortalizas, que se ha celebrado esta tarde en la sede del Ministerio con la presencia de altos cargos de ambas administraciones y de la mayoría de los representantes del sector productor de frutas y hortalizas de los dos países. Por parte española han participado las organizaciones agrarias ASAJA y UPA, Cooperativas Agroalimentarias y FEPEX (Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas).

El ministro español ha destacado que en la reunión estaban prácticamente los representantes de toda la producción agrícola española, es decir, “todos los que quieren diálogo para construir el futuro, y los que no quieren diálogo siempre tienen la pancarta, pero las pancartas nunca han resuelto ningún problema”, a la cita no acudió COAG que el pasado día 13 recibió una notificación del Ministerio prohibiendo su asistencia.

A este respecto, Arias Cañete ha recordado que España y Francia formaron un comité mixto que propició la mejora de las relaciones bilaterales de ambos países. Por lo tanto, queremos repetir este “modelo de éxito” con Marruecos, “y los que quieren estar solos en la pancarta, en la protesta, que sigan por ese camino; y los que quieran construir, que se sienten a la mesa de negociación, porque los problemas se resuelven en la mesa de negociación”, ha subrayado.

Por otra parte, Arias Cañete ha apuntado que durante la reunión, celebrada en un clima de “enorme amistad y franqueza, de diálogo, y de compromiso de futuro”, se ha decidido la puesta en marcha de varios grupos de trabajo “para analizar los distintos aspectos de nuestras relaciones agrarias con vistas a que, en el mes de mayo, en Marruecos, podamos tener ya una reunión formal de este Comité Mixto de Frutas y Hortalizas”.

En relación con el acuerdo de pesca entre la UE y Marruecos, el ministro español ha señalado que por parte del Reino de Marruecos se están dando todas las facilidades para que la renovación sea muy ágil. En este sentido, Arias Cañete ha agradecido al ministro marroquí y a su equipo “toda la voluntad política que están poniendo para una rápida negociación”

IU calla en Andalucía su contra al acuerdo pesquero…

El vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales, Diego Valderas, junto a los consejeros de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Luis Planas, y de Justicia e Interior, Emilio de Llera. / J.A

El consejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Luis Planas, anunció hace unos días en Almonte (Huelva) que su departamento ha solicitado al Gobierno central que prorrogue las ayudas a los armadores y tripulantes andaluces ante la falta de acuerdo entre la Unión Europea y Marruecos.

Así se lo ha trasladado la Consejería al secretario general de Pesca del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente mediante un escrito en el que subraya la necesidad de que se «arbitren los mecanismos oportunos» para seguir compensando a los pescadores afectados por el cese de la actividad pesquera en el caladero marroquí.

En este sentido, aclara que, aunque el pasado mes de noviembre se inició un proceso de negociación entre la Comisión Europea y el Reino de Marruecos para renovar el protocolo pesquero, aún «no existen garantías suficientes que indiquen que el acuerdo se cerrará en las próximas fechas».

La mayoría de los pescadores andaluces no llegan al Sahara, pero el PSOE sigue aceptando el expolio de los recursos ex colonia

Asimismo, Planas ha recordado que la semana que viene tendrá lugar la próxima ronda de contactos entre la Comisión y Marruecos, por lo que espera que se llegue a un acuerdo lo antes posible para que los armadores y tripulantes puedan retomar su actividad en aguas marroquíes.

El Parlamento Europeo vetó hace ahora un año la prórroga provisional que permitía a la flota comunitaria faenar hasta finales de febrero de 2012 en aguas gestionadas por Marruecos. En Andalucía, el número de licencias para faenar en ese caladero era de 40, de las que 20 correspondían a la pesca de cerco –principalmente de sardina y boquerón- y tienen su sede en Barbate; y las otras 20 al palangre de fondo –besugo, pez sable, corvina y otras especies- y pertenecen a los puertos de Algeciras, Barbate y Conil.

Izquierda Unida desde su representación en el Parlamento Europeo mostró su contra a el acuerdo ya que Marruecos incluyó el territorio no autónomo de la antigua colonia Española del Sahara Occidental. Ahora los dirigentes de IU no logran frenar los intereses del Partido Socialista (PSOE) en Marruecos que ceden al acuerdo, a pesar de que la mayoría de los pescadores andaluces no superan el limite con Kenitra (Marruecos), a más de mil kilómetros de la frontera con el antiguo Sahara Español.

Lanzan 500 kilos de tomates contra el Ministerio de…


La organización agraria COAG ha lanzado contra el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente unos 500 kilos de hortalizas, principalmente tomates aunque también calabacines y pimientos, en protesta por el nuevo acuerdo agrícola entre la Unión Europea y Marruecos, en vigor desde octubre.

A las puertas del Ministerio, han arrojado además cajas llenas de arena, con la que quieren simbolizar el abandono y la desertización en las zonas productoras españolas que la entrada irregular de tomate marroquí en la Unión Europea podría provocar en su opinión.

Los manifestantes portaban pancartas en las que podía leerse «Cañete, contigo la agricultura se va al garete» y profirieron una sonora pitada contra el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete.

Varios centenares de representantes de las principales zonas productoras hortofrutícolas españolas se han concentrado frente a las puertas del Ministerio «en defensa de las frutas y hortalizas españolas y contra la entrada ilegal de productos de Marruecos», ante la mirada de una veintena de efectivos de la Policía Nacional que acudieron en 5 furgones.

En declaraciones a los medios, el secretario general de COAG, Miguel Blanco, ha pedido un «control estricto» de las importaciones desde Marruecos ante el «incumplimiento» de los acuerdos, para evitar «arruinar al sector hortofrutícola español».

Blanco ha planteado al ministro que «tiene que asumir que representa a los intereses españoles y no a los marroquíes.

«Esta batalla no ha hecho más que empezar» debido a los incumplimientos de los acuerdos con Marruecos, ha añadido.

«Si el ministro no cumple con su papel institucional y democrático, nosotros responderemos en las calles y se levantarán las zonas productoras contra el acuerdo y, por supuesto, contra Arias Cañete, que está vendiendo literalmente el sector a intereses ajenos», ha afirmado.

En los 15 primeros días de noviembre, apenas un mes después de la entrada en vigor del acuerdo, ya se ha incumplido para el tomate, con precios de entrada que han llegado a caer hasta los 46 céntimos de euro por kilo, un -37 %.

Para Blanco, los acuerdos no se cumplen y «arruinan» a los productores nacionales porque arrastran los precios por debajo de los costes (unos 50 céntimos de euro por kilo en España), y se incumplen las obligaciones aduaneras de Marruecos y el pago de los pertinentes aranceles, una situación de la que responsabiliza tanto al Gobierno español como a la Unión Europea (UE).

En este sentido, ha indicado que a estas instituciones «no les importa» el futuro de más de 200.000 productores hortofrutícolas, sino más bien los intereses de «grandes capitales» y agroexportadores europeos y españoles, y empresas de Marruecos, algunas de ellas vinculadas -según COAG- a la Monarquía alauí.

El responsable de frutas y hortalizas de COAG, el almeriense Andrés Góngora, ha afirmado que esta provincia pierde 4 millones de euros al mes por la presión del tomate marroquí; que en Murcia «se han cerrado más de 200 explotaciones» dedicadas a este cultivo y que «Almería y la Costa de Granada siguen el mismo ritmo».

«Se está abandonando una actividad que está generando muchísimo empleo y que está en manos de pequeños y medianos agricultores en su mayoría», ha añadido Góngora.

COAG ha subrayado ante los medios de comunicación la actitud «autoritaria y dictatorial del ministro» tras recibir una comunicación oficial en la que se les prohíbe su participación en el Comité hispano-marroquí previsto para hoy, en el que se darán cita responsables del Gobierno de ambos países y de las organizaciones de agricultores, las cooperativas y los exportadores españoles.

COAG: «El Acuerdo Agrícola con Marruecos daña nuestros intereses»


La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) se concentrará el próximo viernes ante la sede del Ministerio de Agricultura para protestar por la convocatoria del Comité Mixto Hispano Marroquí. Para esta organización agraria, no se entiende el interés del Gobierno español por negociar con un país que incumple sistemáticamente los protocolos firmados, en cuanto a contingentes y en cuanto a precios de entrada, ocasionando un serio perjuicio a los agricultores españoles al provocar el derrumbe de los precios que se pagan por nuestros productos.

Como ha declarado el responsable de frutas y hortalizas de COAG, Andrés Góngora, “es inadmisible que el Ministro se siente a negociar con un país que es nuestro máximo competidor desleal. Lo que tiene que hacer Arias Cañete es exigir a la UE que se cumpla el Acuerdo y actuar para que se respeten todos los requisitos fitosanitarios y arancelarios”. “Con este tipo de cumbres, lo que se consigue es que Marruecos logre respaldo en sus pretensiones de obtener una situación privilegiada en el contexto de la UE, como ya se ha planteado con la posibilidad de acceder a fondos de desarrollo rural o con el Estatuto Avanzado”, apostilla.

Por su parte, Eduardo López, miembro de la Ejecutiva de COAG, ha explicado que el Acuerdo Agrícola con Marruecos “daña nuestros intereses económicos y sociales, de un sector que genera 450.000 empleos”. A lo que ha añadido: “No entendemos que el Ministro convoque esta cumbre de forma unilateral, para reunirse con el gobierno y la oligarquía marroquí, mientras aquí, en España, se olvida de un sector con un importantísimo componente social. Arias Cañete presume de diálogo con los marroquíes, pero no convoca al Comité Asesor Agrario, el órgano de interlocución con el sector para analizar el Acuerdo, sus incumplimientos, las repercusiones y las medidas que se pueden tomar como sector y como país”.

Por último, López ha reclamado al Ministro que “en lugar de preocuparse por quedar bien con los marroquíes, dando un espectáculo bochornoso ante el Comisario y ante Europa, que emprenda acciones políticas y diplomáticas, e incluso jurídicas contra la UE por dejación de funciones, ya que no reclama a Marruecos los aranceles no pagados”.