Más de 500 personas han reclamado este sábado en Ceuta «derechos humanos» en las fronteras con motivo de la denominada «IV Marcha por la Dignidad», que ha recordado a los 15 inmigrantes fallecidos el 6 febrero del 2014 cuando intentaban entrar por la frontera del Tarajal, un caso recién reabierto por la Audiencia de Cádiz para dilucidar si la actuación de los guardias civiles influyó en las muertes.
Aylan murió en las costas Turcas e indignó al mundo. Desde entonces más de 500 han muerto tratando de llegar a Europa, entre ellos podrías estar Samuel. El viernes 27 apareció el cuerpo sin vida de un niño en la playa de Barbate pero aún no ha sido identificado, tiene seis años y subió con su madre a una balsa que naufragó en el Estrecho, huían del conflicto del Congo, ahora las ONG esperan lograr la identificación para hacer un entierro digno, su madre vedo aún sigue desaparecida en el estrecho.
Las reinas magas no son ni una, ni dos,ni tres. Son cientas con sus caras negras y las palmas de sus manos blancas. Son subsaharianas, de Camerún, Guinea, Nigeria, Mali,…Desde hace años, comienzan su viaje y atraviesan el desierto hasta Argelia muchas veces a pie, para entrar a Marruecos. Allí, viven también durante muchos días y muchos meses, incluso algún que otro año escondidas en campamentos improvisados en los bosques.
Las reinas magas hacen magia para sobrevivir. Se enfrentan a situaciones de hambre, a la falta de higiene, acoso, violencia machista y explotación sexual. Se enfrentan al desamparo de sus derechos, a la inhumanidad de las políticas que les cierran puertas e ignoran unas muy posibles vías seguras. Las reinas magas no vienen en camello guiadas por una estrella, aunque la buscan mientras cruzan el mar Mediterráneo en patera durante la noche, hacinadas con otras 50 personas más. Otras, han intentado sortear las vallas con cuchillas incapaces de rajar sus ilusiones, pero que apalean hasta perder las esperanzas. Incluso, alguna ha conseguido atravesarla en Melilla y ha escapado de las ilegales devoluciones en caliente. Ellas nunca vienen solas. A veces, vienen con algún que otro regalo de la vida.
Las reinas magas, mis reinas magas, llegaron esta mañana en una patera por sus propios medios a las costas andaluzas en Benajarafe, Málaga. Esta vez, eran tres Baltazaras entre 50. Mujeres que regalaban un grito de «boza», un grito de victoria y de libertad, después de haber visto pasar su vida entre las olas tres días a la deriva en alta mar.
Una se arrastró hasta la orilla embarazada ayudada por su compañeros de viaje. 50 migrantes y refugiados que pasaron a disposición policial y trasladados al calabozo, donde después irán a un Centro de Internamiento para Extranjeros, un CIE, una cárcel que no ampara su derecho a migrar. Allí, las mujeres solo tendrán una muda de ropa interior para 60 días. Puede que las deporten o en la mejor de sus suertes las soltarán sin protección ninguna y sin protocolos humanitarios capaces de detectar los casos de trata. La mayoría continuarán su viaje hacia el norte de Europa agotando todas las posibilidades y haciendo todo lo posible por seguir siendo reinas y magas.
El pasado mes de octubre de 2016 se vivió la llegada más amplica de migrantes por la ruta del Mediterráneo andaluz que ha crecido un 50%. Unos 200 migrantes fueron interceptados en las costas españolas el 3 de octubre.
Entre ellos se encontraba un joven albino de Islas Comoras que lleva dos años viajando por África para pedir protección en Europa, debido a la persecución que sufren las personas con esta condición.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), presentó este lunes a la Unión Europea el documento ‘Mejorando la Protección de los Refugiados en la UE y en el Mundo’, para pedirle una profunda reforma del compromiso global de Europa con los refugiados, que también incluya el sistema europeo de asilo.
Acnur insta a Europa a que ofrezca un apoyo más estratégico y centrado en los países de origen, asilo y tránsito de refugiados, así como a que revise sus planes de contingencia para poder dar respuesta a llegadas numerosas de refugiados e inmigrantes, y a que ponga en marcha un sistema de asilo más eficiente y mejor gestionado.
Asimismo, pide una mayor inversión por parte de los Estados miembros en la integración de refugiados, que incluya los aspectos de vivienda, empleo y formación lingüística. “El año pasado Europa fracasó a la hora de implementar una respuesta colectiva y bien gestionada a los desafíos planteados por la llegada de más de un millón de refugiados e inmigrantes”, señaló el comisionado de Acnur, Filippo Grandi.
En este sentido, hizo hincapié en que “esto ha tenido como resultado escenas de caos en las fronteras, generando una crisis de confianza por parte de los ciudadanos respecto a la capacidad de los gobiernos para gestionar la situación” y “ha beneficiado a aquellos que quieren convertir a los refugiados en las cabezas de turco”.
“Es importante que los Estados miembros de la UE demuestren, mediante una acción colectiva, que Europa es capaz de gestionar los movimientos de refugiados de una manera eficaz y basada en el respeto de sus principios, contribuyendo a estabilizar los flujos de refugiados a largo plazo a través de un compromiso externo más estratégico, al tiempo que sigue acogiendo a los refugiados en Europa”, manifestó.
Las propuestas del documento incluyen “un sistema de registro común europeo, procedimientos más rápidos y sencillos para la determinación de la condición de refugiado, una priorización de la reunificación familiar, un enfoque común sobre los menores no acompañados y separados, así como un mecanismo de distribución para los Estados miembros que experimenten una elevada presión por recibir un número importante de llegadas”.
La delegación del Parlamento Africano ha decidido cancelar su participación en la segunda cumbre del clima que se celebra en el continente africano tras la expulsión del territorio marroquí de la Vicepresidenta del Parlamento Africano, la saharaui Suelma Beiruk, según ha confirmado esta misma desde Argel (Argelia) a TeleSUR en una entrevista telefónica.
“Iba par participar junto a una delegación africana en la COP22, estaba acreditada y tengo todo, tengo todos mis papeles bien”, ha asegurado la diplomática quién ha apostillado que su expulsión según las autoridades marroquíes tiene que ver con la falta de documentación acreditativa de las Naciones Unidas. Beiruk entró en territorio marroquí con pasaporte español, ya que Marruecos no reconoce la República Árabe Saharaui Democrática ni la Unión Africana, y cuenta con los documentos y las confirmaciones de participación de la cumbre de Marrakech.
La vicepresidenta del Parlamento Panafricano ha destacado que fue apartada de la delegación africana y trasladada a un lugar sin comunicación. Además, ha denunciado “torturas psicológicas” por partes de los agentes que la custodiaron durante su detención y posterior expulsión del país africano.
Según el testimonio de la alta funcionaria de la Unión Africana, los agentes fronterizos le preguntaron su nacionalidad y esta respondió: “Soy Saharaui, esta muy claro. En mi pasaporte español dice que soy de origen saharaui, y en mi pasaporte africano dice que soy Saharaui”. La representante africana ha destacado que no iba a Marrakech a hablar de su persona, sino a defender los cometidos de la delegación africana en la COP22.
La expulsión de Biruk no es una novedad. Las autoridades marroquíes han expulsado en los últimos años a decenas de delegaciones extranjeras, ONG internacionales o eurodiputados cuando trataban de analizar la situación del conflicto del Sahara Occidental.
De momento ni la ONU ni otros países participantes en la COP22 se han pronunciado sobre el suceso, pero según Selma Beiruk “el Parlamento Africano, va a hacer una declaración para concadenar estos hechos y no va a participar” en la cumbre climática, además ha afirmado que la Unión Africana también se pronunciará en la condena sobre la expulsión.
Paralelamente en la primera jornada de la COP22, el tema fue ‘África en Acción’. El Ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos y Presidente de la COP22, Salaheddine Mezouar, destacó en su discurso inaugural que la conferencia que se celebra «en suelo africano demuestra el compromiso de todo un continente de contribuir al esfuerzo global» para luchar contra el cambio climático, pero no se refirió a la expulsión de la representante de la ente internacional de países africanos.
Según la vicepresidenta africana, que ha hablado en la entrevista sobre la COP22, en Marruecos “no se puede organizar algo donde no puedan discutir los pueblos libremente ante un problema tan serio como el medio ambiente”. De momento la cumbre de Marrakech durará 11 días y se espera la participación de altos cargos mundiales como el presidente ruso, Vladimir Putin, o la canciller alemana, Angela Merkel, para marcar las líneas de acción del Acuerdo de París.
La marea trae a cientos de personas cada semana desde las costas de Marruecos al sur de España. Son los exiliados del continente africano que suben a las balsas tratando de huir de un continente desangrado y expoliado.
La tarde del 2 de octubre familiares alertaban que en mitad del Mediterráneo 53 vidas se hacinaban a una balsa donde hombres y mujeres rezan para que la marea les lleve a Europa. Entre sus pieles negras está Karma. Como el resto de sus compañeros de viaje, nació en el seno de una familia negra, africana, pero es diferente a los demás: blanco.
Su condición de albino lo obligó a huir de Islas Comoras, el país africano que más golpes de Estado ha tenido desde 1975, más de una veintena. En África cada año cientos de albinos son secuestrados, asesinados o mutilados para usar sus extremidades en prácticas de brujerías, otros directamente son abandonados por sus familiares pensando que son castigos de Dios. Karma, nombre de batalla de S.K., lleva huyendo desde niño de las estigmatizaciones de los albinos en África.
“Huí antes de ser vendido como esclavo”, relata el solicitante de asilo que salió hace dos años de Islas Comoras, a más de 7.000 kilómetros del puerto de Motril, donde está contando su historia. Llegó a Nairobi para emprender una ruta hacia el desierto del Sahara, allí las rutas migratorias lo llevarían a Argelia pasando por numerosas fronteras, pero nunca desapercibido. Su rostro atemora a muchos de sus camaradas que le acompañan en la travesía hasta Bouyafar (Marruecos), donde se subió a una balsa para cruzar el mar, pero otros se prestan a ofrecerle ayuda tanto durante, como con un pie ya en tierra firme.
Karma nunca pidió asilo en otros países donde había pasado. Su objetivo era llegar hasta Europa. Aquí quería buscar protección, y tras recorrer miles de kilómetros su primera palabra en Europa fue “Asilo”.
Fue el barco naranja quién los localizó en la mar. El equipo de la Guardamar Polimnia le dio su primer trago de agua y una manta tras sortear la temida ruta del Mediterráneo. Ahora su caso va a ser estudiado por España junto al apoyo de Cruz Roja y la ACNUR. Sin embargo en esta nación europea tan solo 3 de cada 10 solicitudes recibidas el año pasado fueron aceptadas, y los colectivos denuncian que la protección apenas cubre seis meses.
“Cómo podría explicarte, pero hay mucha gente en Marruecos que quiere cruzar desde allí” nos cuenta Moni tras llegar al puerto de Motril, viajaba con Karma en la misma balsa y destaca su viaje con las siguientes palabras: “Gracias a Dios tenemos buena salud, y le damos las gracias a Dios por salvarnos la vida”. La verdad es que los refugiados de África no tienen otra opción, las fronteras están cerradas y las solicitudes de asilo no se tramitan en las embajadas en África, por lo que la alternativa para miles de personas es un mar donde el flujo entre Marruecos y España ha crecido más del 30% en los primeros nueve meses del año 2016, respecto al anterior.