Interesante reportaje sobre la búsqueda de trabajo de españoles en Marruecos, uno recurso cada vez más utilizado por muchos españoles, sobre todo peninsulares, para evitar la crisis económica y social que azota al país. El reportaje está en flamenco, pero algunas partes, están en castellano y frances.
Ya han pasado casi siete años desde que en septiembre de 2005, cientos de personas intentaran traspasar la valla que separa las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla de Marruecos. En ese momento, la respuesta ante los asaltos de las autoridades española y marroquí provocaron cinco muertos y más de un centenar de heridos.
Las autopsias de los dos muertos en el lado español concluyeron que murieron por disparos de arma de fuego desde el lado marroquí. Las autoridades del país vecino culparon a los agentes españoles de los muertos en su lado de la frontera. Consecuencia de esto el Gobierno de Zapatero movilizó después de este incidente a 480 militares y el Gobierno norteafricano, a 600.
Estas políticas, incluyendo las promovidas por la Unión Europeas, que ofreció fondos a los países del norte de África para frenar la inmigración ilegal, no han reducido el incremento de personas que intenta llegar por las ciudades de Ceuta y Melilla.
En Ceuta ha aumentado el número de detenidos en un 125% con respecto a 2010, según el último informe de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) Frontera Sur.
Esta frase la pronuncié cuando charlaba con otros compañeros periodistas acerca del acogimiento de saharauis y me llevó a la reflexión, por ello hoy quiero compartir con vosotros un artículo que escribí hace unos años sobre Vacaciones en Paz en clave de resumen, que cuenta en pocas palabras en que consiste el programa de acogimiento de menores saharauis en Andalucía. Este proyecto acerca a las familias españolas y saharauis, creando vínculos de unión que solidifican la solidaridad del pueblo español con la cusa del pueblo saharaui. Espero que os guste.
El programa de acogida, ‘Vacaciones en Paz’
El proyecto más significativo de la solidaridad española es ‘Vacaciones en Paz’, aunque es un proyecto que se coordina entre las asociaciones solidarias y las autoridades saharauis, nació de las mujeres Saharauis, junto con la Juventud Saharaui que imaginaron este proyecto a mediados de los 80.
Estos, eran conscientes de las carencias sanitarias y alimenticias importantes existentes en esos momentos en los campamentos de Tindouf (Argelia). Con este proyecto, pretendían ofrecer la posibilidad de recuperarse con una dieta equilibrada y variada, así como una cobertura sanitaria para solucionar los problemas de salud derivados tanto de la malnutrición como de patologías incurables en los campamentos. La idea se trasladó a la península, ya que la relación era aún muy cercana, pero no fue hasta el año 1992 cuando se inició el primer programa de ‘Vacaciones en Paz’.
Desde ese momento todos los años han venido miles de niños a nuestro país, una media de 9.000 al año en todo el territorio nacional. No obstante, en el año 1998, el programa se suspendió por la parte implicada y la organizadora, ya que las Naciones Unidas habían anunciado la celebración de un referéndum, algo que nunca ocurrió.
La idea central de este proyecto consiste básicamente en la acogida temporal de niños y niñas procedentes de los Campamentos de Refugiados Saharauis en la Hamada argelina de Tindouf durante los meses de verano.
El régimen de acogida es familiar, es decir, consiste en que un número de familias voluntarias, igual al número de niños y niñas saharauis, comparten los meses de verano, conviviendo con estos niños, tratándolos como si de un hijo se tratara, procurando que experimenten todo aquello que les está vedado por su condición de refugiados y apátridas. Además, se les efectúa un chequeo médico y se les administran tratamientos que prescriban los pediatras y otros especialistas. Y es que las autoridades públicas sanitarias españolas tienen acuerdos con las asociaciones para tratar con los niños saharauis.
Son tres los pilares básicos de la acogida de niños saharauis: por una parte estos se educan en un ambiente bélico y hostil ya que la inestabilidad de la paz les hace vivir en una eterna guerra con Marruecos; por otra, estos niños han nacido en su mayoría en campamento por lo que no conocen las ciudades, los edificios, la circulación, las plantas, los ríos, el mar, etc. Y por otra parte, la situación sanitaria en los campamentos es muy precaria, es decir, muchos llegan con problemas de salud especiales, debido a enfermedades que en nuestro país se pueden curar fácilmente.
Otra de las cuestiones por lo que los niños de entre 7 y 12 años viaja a nuestro país es porque viven en una zona muy inhóspita donde las temperaturas en tiempo estival alcanzan más de 50º C e incluso hay númerosos sirocos (tormentas de arena). Estas circunstancias obliga en muchas ocasiones ha que no puedan salir de sus jaimas a divertirse con sus amigos, sino que pasan el tiempo bajo mantas humedecidas sin apenas moverse.
Pero para evitar que los niños no sufran estas condiciones, hay, a parte de las familias acogedoras, miles de personas que trabajan de forma voluntaria para llevar a cabo este proyecto. El caso de la comunidad andaluza, se coordina a través FANDAS, la Delegación Saharaui, el Aeropuerto de Málaga y AMAPS.
Durante una semana llegan alrededor de 3.000 niños, en dos vuelos privados diarios, donde los voluntarios se encargan de recibirlos en el aeropuerto, revisar su estado y distribuirlos por provincias, que estas luego los reparten en los diferentes pueblos de Andalucía.
Cada viaje de los niños en la compañía Air Algerie, cuesta alrededor de los 500€, y el coste lo suelen pagar las aéreas de cooperación de las diputaciones y ayuntamientos de nuestra comunidad, no obstante las familias en muchas ocasiones suelen colaborar de manera económica para sufragar estos gastos.
Este proyecto, a ser el más sensible, ha sido el más valorado a nivel nacional, ya que en el año 2008 se le concedió el ‘Premio del Voluntariado Andaluz’, además de diferentes premios de autoridades locales, que reconocieron la labores de miles de familias en todo el país que sacrifican sus veranos para compartirlos con los pequeños embajadores de la causa del pueblo saharaui.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ( UNICEF ) advierte del aumento de casos de cólera en el Sahel, enfermedad que ya ha matado a más de 60 personas y enfermado a cerca de 2.800 que este año. Al margén de la crisis humanitaria en la región, el cólera está poniendo a más gente, especialmente los niños desnutridos, en riesgo.
«Las lluvias, la desnutrición y el desplazamiento son caldo de cultivo ideal para el cólera en el Sahel, afectará a los niños pequeños», dijo el Director Regional de UNICEF para África Occidental y Central, Manuel Fontaine, en un comunicado de prensa .
«A menos que intensifiquemos nuestros esfuerzos de inmediato, el cólera seguirá cobrándose la vida de las familias más vulnerables en el Sahel y se extenderá a otras zonas pobladas y con un impacto devastador», añadió.
Desde mediados de junio, el número de personas afectadas por la contagiosa enfermedad de transmisión hídrica se ha disparado en la región africana del Sahel, que se extiende desde el Océano Atlántico hasta el Mar Rojo, e incluye el Chad, Malí, Mauritania, Níger y el norte de la las regiones de Camerún y Nigeria. Además, las organizaciones humanitarias estiman que actualmente hay unos 18 millones de personas que padecen inseguridad alimentaria en la región.
En particular en el Magreb, durante el mes pasado, se ha registrado una importante afluencia a Mauritania, a donde llegaron 15.000 personas tan sólo en las últimas dos semanas de junio. Desde entonces prosiguen las llegadas a un ritmo de entre 200 y 500 refugiados al día. La mayoría de los recién llegados proceden de la región de Tombuctú. Los refugiados citan los recientes enfrentamientos armados entre grupos islamistas y los rebeldes tuareg como el motivo de su huida.
A Burkina Faso y Níger sigue llegando un número menor de refugiados, quienes advierten de que la reciente inestabilidad en el norte, especialmente en la zona de Gao, podría generar nuevas llegadas en las próximas semanas.
En Mauritania, el Gobierno y ACNUR han acordado abrir un nuevo campamento para acoger al gran número de recién llegados. El nuevo campo se encuentra cerca de la aldea de Aghor, a 17 km del campo de refugiados de Mbera en el suroeste del país, donde cerca de 90.000 han encontrado cobijo. Aghor fue hogar para miles de refugiados malienses en los años 90.
Muchas de las familias malienses que han llegado a los países vecinos en las últimas semanas, han señalado que salieron del país por diversas razones, como la falta de acceso a comida y agua, los hombres armados que han ocupado sus tierras y el temor ante la posible escalada de la violencia entre los diferentes grupos armados que operan en el norte de Malí.
54 personas han muerto en el intento de cruzar por mar desde Libia a Italia. Según el único superviviente, un hombre eritreo, 55 personas embarcaron en Libia a finales de Junio y sólo él pudo sobrevivir tras 15 días de odisea a la deriva, mientras el resto del pasaje fallecía por deshidratación.
“Esto es una tragedia” dijo T. Alexander Aleinikoff, el Alto Comisionado Adjunto para los Refugiados. “54 personas han perdido la vida”.
Unos pescadores encontraron al superviviente a poca distancia de la costa tunecina ayer por la noche. Ellos alertaron a los guardacostas tunecinos, que rescataron al hombre. Fue llevado de inmediato al hospital de Zarzis, donde está en tratamiento por deshidratación y quemaduras.
El personal de ACNUR entrevistó al superviviente, que les contó que la barca salió de Trípoli, Libia, a finales de Junio, y un día después alcanzaron la costa italiana, pero los fuertes vientos empujaron la embarcación de vuelta mar adentro. En pocos días, la barca hinchable se pinchó y empezó a perder aire.
Sin agua en la barca, la gente empezó a morir a los pocos días por deshidratación. Muchos bebieron agua de mar, incluso el hombre que sobrevivió, que fue rescatado flotando sobre los restos de la barca deshinchada y un bidón. Según su testimonio, la mitad de los fallecidos eran de Eritrea, incluyendo tres familiares suyos.
“Hago un llamamiento a todas las embarcaciones en el mar para que refuercen las alertas ante inmigrantes y refugiados que necesiten ser rescatados en el Mediterráneo” dijo Aleinikoff. “El Mediterráneo es una de las vías marítimas más transitadas del mundo y es fundamental que defienda la honorable tradición por tantos años mantenida de rescate en el mar”.
En lo que va del año 2012, más de 1.300 personas han llegado a Italia procedentes de Libia por barco y 1.000 a Malta
ACNUR en Italia estima que, unas 170 personas han muerto o se encuentran desaparecidas desde enero de este año, mientras intentaban llegar desde Libia hasta Europa.
Agentes de la Policía Nacional han detenido en las últimas horas en Melilla a dos integrantes de una célula radical islamista. Se trata de dos ciudadanos españoles de 25 y 30 años que presuntamente lideraban un grupo con conexiones internacionales para la formación en campos de entrenamiento o zonas de conflicto bélico y dedicado a reclutar jóvenes. Ambos detenidos son considerados autores de la tortura y asesinato de dos integrantes del grupo que decidieron abandonar el mismo y desvincularse de la fuerte ortodoxia religiosa impuesta.
Las investigaciones, enmarcadas en la lucha de la Policía Nacional contra el terrorismo de origen radical islamista, han permitido el arresto de Rachid Abdellah Mohamed y de Nabil Mohamed Chaib en el barrio melillense de la Cañada Real. Ambos estaban a la cabeza de un grupo compuesto en su mayoría por ciudadanos españoles de origen magrebí asentados en Melilla o marroquíes residentes en Farhana (Marruecos).
Este grupo se caracterizaba por su marcado hermetismo y por la adopción de fuertes medidas de seguridad internas, tendentes a no desvelar su propia existencia. Sus integrantes eran obligados a llevar una vida de sumisión a las creencias takfiríes (una de las ramas más ortodoxas del yihadismo o radicalismo islamista) que incluía separarse de sus familias, abandonar también los estudios o la prohibición de escuchar música o ver la televisión. Uno de los referentes religiosos del grupo es Abu Qutada, quien en su adoctrinamiento hacia la Yihad (Guerra Santa), destacaba como ejemplos inspiradores hechos como el acaecido en la localidad madrileña de Leganés el 3 de abril de 2004, tras el brutal atentado del 11 M.
El 15 de julio 2008 se hallaron en Nador (Marruecos) los cuerpos de dos componentes de este grupo, que habían sido torturados y asesinados en aplicación de un castigo proveniente de una radical interpretación de la Sharia o ley islámica. Las víctimas habían adoptado comportamientos occidentales o “infieles” y decidieron desvincularse de las actividades del grupo. Tras laboriosas indagaciones, los agentes llegaron a determinar la autoría de los asesinatos en las personas de Rachid Abdellah Mohamed y Nabil Mohamed Chaib, quienes han permanecido desde 2008 huidos en distintos países de Europa, y sobre los que, asimismo pesa una orden internacional de detención emitida por la autoridades marroquíes.
La operación policial, desarrollada por agentes de la Comisaría General de Información con la colaboración de la Jefatura Superior de Policía de Melilla, continúa abierta y está siendo amparada por el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional
Bienvenidos los descalzos, los lúgubres, los nostálgicos. Bienvenidos los que ríen, los que juegan con los vientos, los quiméricos. Bienvenidos los pequeños gigantes, los inocentes, los esperanzadores.
Bienvenidos los que enseñan, los que chapucean en el mar, los que sueñan. Bienvenidos los que aprenden, los que duermen, los que luchan. Bienvenidos los vulnerables, los que besan, los que no se cansan.
Bienvenidos los ligeros de equipaje, los que vuelan, los que regresan. Bienvenidos los hijos de las nubes, los embajadores, los guerrilleros. Bienvenidos sean los niños saharauis de Vacaciones en Paz.
Hoy empiezo con las palabras de un amigo, compañero y hermano periodista, de origen saharaui, que redactó estas líneas hace ya cuatro años y que quiero volver a poner en la palestra ante la llegada esta noche de los primeros dos vuelos del programa solidario de Vacaciones en Paz.
Los campamentos de refugiados saharauis se sitúan en la hamada argelina, uno de los lugares más calurosos e inhóspitos del desierto del Sahara, que superan en los meses estivales los 50 grados a la sombra lo que supone un riesgo para menores vivir durante el verano en dichas condiciones.