ACNUR ayuda a reasentar a 33 menores refugiados de…

El campamento de Choucha ha sido el centro de refugio de los damnificados de la guerra en Libia. / ACNUR/UNHCR Alberto Bernárdez

La Agencia de la ONU para los Refugiados ha ayudado a reasentar a 33 menores no acompañados que han pasado meses viviendo en el campo de Choucha, un campo especial levantado en Túnez con el fin de ofrecer cobijo a personas que huyeron de la violencia desatada el año pasado en la vecina Libia.

Los menores partieron el pasado domingo hacia Noruega, que aceptó sus casos para reasentamiento y les dará la oportunidad de comenzar una nueva vida. Se han presentado casos para reasentamiento de refugiados de distintas nacionalidades y edades desde Choucha y Saloum en Australia, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Países Bajos, Noruega, Portugal, Suecia y los Estados Unidos.

Recientemente Alemania, Nueva Zelanda y España se han unido al esfuerzo de reasentamiento y han decidido enviar misiones de selección a estos campos de refugiados. ACNUR considera el reasentamiento como la única opción viable para la mayoría de los refugiados reconocidos que huyeron de Libia a Túnez y Egipto el año pasado y ha hecho un llamamiento especial a los países europeos para que ofrezcan más plazas de reasentamiento para las personas que necesitan protección internacional y que permanecen aún en las fronteras de Egipto y Túnez.

A finales del pasado mes de octubre, el Embajador de Buena Voluntad de ACNUR, Jesús Vázquez viajó a la región para recabar información de primera mano y visitó el campo de refugiados de Choucha, donde tuvo ocasión de entrevistarse con varios grupos de refugiados de distintas nacionalidades a la espera de ser aceptados por países de reasentamiento, incluyendo mujeres y menores no acompañados.

Más de 1,2 millones de niños regresarán a las…

Las clases en Libia fueron interrumpidas por la intervención de la OTAN. / UN Photo-John Isaac

Más de 1,2 millones de niños volverán a la escuela en los próximos días en Libia, diez meses después de que las clases fueran interrumpidas por los enfrentamientos entre los opositores y las fuerzas del gobierno de Muammar Al-Qadhafi, dictador durante las últimas décadas en el país de la región del Magreb.

El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) ha apoyado este retorno de los menores a las aulas trabajando en la rehabilitación de las instalaciones escolares que fueron dañadas por el conflicto o que sirvieron como centros militares o humanitarios.
Entre otras labores, el personal de UNICEF ayudó a limpiar los escombros y a retirar minas y otros artefactos explosivos de las escuelas, además de participar en la impresión y distribución de los libros de texto, explicó Marixie Mercado, portavoz de ese organismo de la ONU.

“UNICEF está apoyando también en la localización de niños desplazados o vulnerables para garantizar que se inscriban a clases y está dando asistencia sicosocial a los menores con problemas graves de angustia”, dijo Mercado.

Indicó que muchos niños sufren traumas profundos debidos a la violencia o pérdida de seres queridos y destacó la importancia de que regresen a la escuela para que vuelvan a tener una vida normal.

Libia, el doble desafío

El representante especial del Secretario General de la ONU para Libia, Ian Martin, afirmó que el gobierno de transición de ese país afronta ahora un doble desafío. Por un lado, dijo Martin, las autoridades deben abordar las necesidades inmediatas de su población, y por otro, comenzar la reforma y construcción de las instituciones que satisfagan las aspiraciones de cambio y modernidad del país.

En un informe al Consejo de Seguridad sobre la situación de la nación magrebí, Martin señaló que a medida que se acercan las elecciones de junio próximo, la sociedad civil aumenta su vigilancia y crítica al desempeño del Consejo Nacional de Transición (CNT).

“El humor de la opinión pública está cambiando gradualmente y cada vez se enfoca más en las demandas que fueron los pilares de la revolución”, sostuvo.

Martin indicó que la Misión de la ONU en el país (UNSMIL) ha subrayado a las autoridades locales la necesidad de que tanto los centros de detención como los procesos judiciales actuales cumplan con los estándares legales internacionales.

El secuestro de los cooperantes de Tinduf centra la…

Imagen de los occidentales secuestrados por AQMI, difundido por ANI./ ANI

El secuestro de tres cooperantes, dos españoles y una italiana, en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf ha centrado la reunión de la cumbre 5+5 que se celebraen Nuakchot, capital de Mauritania. Los ministros de Defensa de la iniciativa han discutido, además, los problemas de seguridad en el Mediterráneo.

Esta reunión, donde participan los ministerios de defensa de los cinco países del Magreb (Mauritania, Marruecos, Argelia, Libia, Túnez) y los cinco europeos (Francia, España, Italia, Portugal, Malta), han abordado las formas de afrontar la amenaza a la seguridad en su área.

Por su parte, el anfitrión Ahmed Ould Mohamed Alrazi, ministro de defensa de Mauritania, ha recomendado a los países occidentales que se abstengan de pagar un rescate a los secuestradores, y señaló que «sería secar las fuentes del terrorismo y tomar medidas enérgicas contra quienes se dedican a secuestrar para ganar dinero”.

Y es que en los últimos años el terrorismo fundamentalistas islámico ha azotado fuertemente la región, y los países occidental han pagado grandes cuantías a los secuestradores, sin embargo esta cantidad no se ha dado a la luz ni en España ni en Francia, dos de los países más afectados.

La cooperación entre los diez países se incluye la vigilancia marítima, seguridad de la aviación, la protección de la población civil en desastres de gran magnitud y el entrenamiento militar para hacer frente a las crisis. Estructuras se han creado en los últimos años como parte del «5 +5», incluyendo un centro de formación para el desminado humanitario y un sistema de intercambio de información marítima.

Málaga debate el futuro del Norte de África

Bernardino León Gross durante la conferencia en Málaga. /EF

El pasado 2 de noviembre la Delegación Española del Grupo de los Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo organizó unas jornadas sobre las influencias y el papel que debe jugar Europa en las transiciones del norte de África, en concreto Túnez, Libia y Egipto.

La conferencia fue especialmente interesante ante la exposición del malagueño Bernardino León Gross, Representante especial de la Unión Europea para la región del Mediterráneo Sur, aunque participaron otros representantes del parlamento europeo.

Estos analizaron los cambios de la denominada ‘Primavera Árabe’, que se ha expandido durante las estaciones promulgando una idea democracia contra las tiranías árabes, además de despertar un sentimiento nacional dentro de las poblaciones.
Asimismo, este sentimiento revolucionaria árabe ha despertado a otros políticos asentados que han reformado sus sistemas para contener el clamor popular, ejemplo de ello son Argelia y Marruecos.

También, los eurodiputados, analizaron el papel que debe jugar la UE como política de vecindad ante los cambios políticos de las regiones norte africanas. Dicho papel ha sido muy criticado por los eurodiputados de izquierdas como Willy Meyer, los cuales han denunciado la influencia sobre nuevos sistemas articulados por occidente dentro de los países revolucionados.

«La Haya debe poner fin a la confusión sobre…

Luis Moreno Ocampo, fiscal de la Corte Penal Internacional. /Flick
La Corte Penal Internacional debe poner fin a la confusión sobre dónde ha de ser juzgado Saif al Islam al Gadafi, declaró Amnistía Internacional después de que el fiscal de la Corte afirmase que Libia puede juzgarlo en el sistema de justicia nacional.

Luis Moreno Ocampo, fiscal de la Corte, declaró que Saif al Islam al Gadafi, hijo capturado del difunto líder libio, no tenía por qué ser procesado por la Corte Penal Internacional, sino que podía ser juzgado en su propio país ante un tribunal libio. La Corte afirmó que esta decisión competía exclusivamente a sus jueces, no al fiscal.

“En este momento hay serias dudas de que el sistema de justicia libio pueda garantizar un juicio justo y sin pena de muerte», manifestó Marek Marczyński, de la Campaña a favor de la Justicia Internacional de Amnistía Internacional.

“La Corte Penal Internacional no debe esperar a que Libia tome una decisión sobre el juicio de Saif al Islam al Gadafi, sino que debe intervenir y asegurarse de que se hace justicia. Conforme a las normas del Estatuto de Roma, la Corte debe determinar si las autoridades libias tienen capacidad para impartir justicia a las víctimas de abusos contra los derechos humanos.”

Si los jueces deciden que es la propia Corte la que debe juzgar a Saif al Islam al Gadafi, Amnistía Internacional recomienda que el juicio se celebre en Libia. La organización ha escrito a la Sala de Cuestiones Preliminares de la Corte para instarla a que actúe y tome una decisión de oficio.

Amnistía Internacional pide al recién creado gobierno libio que garantice la seguridad de Saif al Islam al Gadafi y la protección de todos sus demás derechos, así como los de Abdullah al Senussi, ex jefe de inteligencia de Libia y también sujeto a una orden de detención de la Corte. La organización teme que esté recluido en régimen de incomunicación.

El gran proyecto energético del Sahara

Infografía del gran proyecto energético en el Norte de África. /Desertec

La crisis de Fukushima, la protestas contra la energía nuclear y  la poca confianza en su seguridad  son algunos de los factores que van a retroceder el plan sobre energía nuclear de la Alemania de Ángela Merkel, en beneficio de la energías verdes.

Alemania pretende en menos de dos años tener la planta de energía solar más grande del mundo que se situará en el inmenso desierto africano del Sahara y que ocupará países como Marruecos, Mauritania, Sahara Occidental, Argelia, Mali, Chad, Libia, Níger y ocupará parte de Oriente Próximo.

El Sahara es sin duda la fuente de energía solar más grande del mundo, y tal es el caso que una seis horas de sol del Sahara producen el consumo humano de un ser humano en un año, por lo que el proyecto dotaría de energía tanto a los países exportadores como los europeos, de los que se beneficiarían España, Francia y sobre todo Alemania, que es la impulsora de la idea. El poder del desierto puede suministrar alrededor de dos tercios de la demanda energética de la región en aumento, mientras que todavía deja suficiente electricidad como para la exportación, reunidos el 15 por ciento del consumo europeo…Continúa leyendo el artículo en Claridad Digital.