Piden que censen los retornos forzosos a Nigeria ante…

Agente del Cuerpo Nacional de Policía en un puesto fronterizo. / S. Rodrigo
Agente del Cuerpo Nacional de Policía en un puesto fronterizo. / S. Rodrigo

En el marco de la reciente escalada de violencia en el noreste de Nigeria, ACNUR está recomendando a los Estados que no lleven a cabo retornos forzosos de personas a la región, al tiempo que insta a mantener las fronteras abiertas para los nigerianos que huyen del país y que pueden estar en necesidad de protección internacional.

Estas directrices de ACNUR figuran en las Recomendaciones sobre Retorno, recientemente emitidas por la Organización, con las que trata de garantizar el respeto de los principios humanitarios y del asilo habida cuenta del empeoramiento de la situación de seguridad en el noreste de Nigeria.

El conflicto entre el ejército nigeriano y los insurgentes en los estados de Adamada, Borno y Yobe, en el noreste del país, ha llevado a un deterioro de las condiciones de seguridad y humanitarias en la región, que se encuentra en estado de emergencia desde el mes de mayo. Se estima que la violencia ha desplazado a unas 5.000 personas en la región pero, puesto que los ataques han dificultado el acceso humanitario, ACNUR considera que la cifra real de personas afectadas podría ser muy superior.

Unos 10.000 nigerianos han cruzado a los países vecinos -Camerún, Chad y Níger- durante los últimos meses. La mayoría, unos 8.100, han buscado refugio en Camerún según las autoridades locales, que aseguran que los nigerianos siguen llegando. El número de refugiados nigerianos en Níger es de 2.700 y en Chad de 150.

ACNUR está muy preocupado por las informaciones recibidas que dan cuenta del retorno forzoso de 111 personas desde Camerún a Nigeria el 5 de octubre. Estas personas fueron expulsadas del pueblo de Amchidé, en la región camerunesa de Far North, hacia el estado de Adamawa, en Nigeria. Durante el incidente 15 personas murieron y otras siete resultaron heridas. Las otras 89 personas regresaron inmediatamente a Camerún y fueron detenidas. ACNUR está trabajando con el gobierno de Camerún para evaluar si en este grupo habría personas en necesidad de protección internacional.

Dada la actual situación de seguridad en el noreste de Nigeria, es probable que las personas que huyen cumplan loscriterios para el reconocimiento de la condición de refugiado, tal y como se indica en la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados y la Convención de la Unión Africana de 1969.

Las Recomendaciones de ACNUR sobre el Retorno permanecerán vigentes hasta que la situación de seguridad y de los derechos humanos en el noreste de Nigeria mejore lo suficiente como para permitir un retorno seguro y digno.

Carne de la mar

Balseros subsaharianos frente a las costas de Tarifa. / S.M
Balseros subsaharianos frente a las costas de Tarifa. / S.M

Miles de personas se juegan la vida en el mar mediterráneo convirtiéndose en carne para una mar agresiva cuyo oleaje vence las del humano que cruza bajo neumáticas que son devoradas ante el fuerte oleaje y cuyo propietario parece ser el capital.

Un mar repleto de cadáveres que hacen del mediterráneo el mayor cementerio líquido de la historia de la humanidad y cuya solución es forrar a los países del norte de áfrica para que frenen los movimientos migratorios.

Al otro lado de la orilla sur erigen muros violentos que pretenden frenar pero que solo ocasionan más víctimas, volcando a estos jóvenes «aventureros» a ser de nuevo carne de una mar.

Las migraciones no se combaten como decía el primer ministro italiano Letta o el ministro del interior español, las migraciones son naturales y sino que se lo digan a los centenares de miles de griegos, portugueses o españoles que pasean con títulos de segunda en Inglaterra, Alemania o Francia.

Personas que sueñan con una mejor vida para ellos y sus familias, personas que huyen de guerras y hambrunas, no se pueden combatir. Se combaten las hambrunas y las guerras.

Reitero. El sueño se ve ahogado en la mar mientras los responsables políticos europeos y sus cómplices magrebíes se gastan miles de euros robados que obtienen de tases de minerales, pescados o frutos que tren del continente africano.

Inmigrantes denuncian las expulsiones ilegales de España ante Estrasburgo

infografía de Isla de Tierra. / Wikipedia
infografía de Isla de Tierra. / Wikipedia

Dos ciudadanos cameruneses han presentado ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo, una demanda contra el Estado español por haber sido expulsados ilegalmente de Isla de Tierra en septiembre de 2012. En su demanda, solicitan que el Alto Tribunal condene a España por haber ejecutado una expulsión colectiva, expresamente prohibida por el Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH), negándoles la posibilidad de solicitar asilo en nuestro país y acceder a la tutela judicial recogida en la normativa española e internacional.

También denuncian que su expulsión se produjo hacia un país, Marruecos, donde «se violan sistemáticamente los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas de origen subsahariano» egún un comunicado de de la sección española de Migreurop.

La Ley de Extranjería, al igual que el CEDH, contempla la obligatoriedad de las autoridades de informar a los inmigrantes interceptados de sus derechos, ofreciéndoles la posibilidad de acceder a un abogado, a un intérprete y a la tutela judicial efectiva. También es obligación de las autoridades proceder a la identificación de perfiles vulnerables que no pueden ser expulsados por cuestiones de índole humanitaria o por tratarse de potenciales personas refugiadas o víctimas de trata. En cambio, el Gobierno español decidió expulsarles de forma colectiva, sin estudiar de forma individualizada cada caso.

De esta forma se le negó a Enmanuelle, uno de los demandantes, la posibilidad de solicitar asilo en España, viéndose obligado a solicitar protección internacional en Marruecos, país que segun las organizaciones denunciantes «carece de un sistema eficaz de asilo y dónde existe un grave problema de discriminación hacia las personas refugiadas subsaharianas».

La expulsión colectiva también tuvo como consecuencia «la imposibilidad de recurrir la decisión ante los tribunales, al impedirse el acceso a los procedimientos establecidos por Ley, con las debidas garantías, ni ser informados de las vías para defender sus derechos». La obligatoriedad de acceso a un recurso efectivo está recogida en el CEDH, siendo, por tanto, condenable por el Alto Tribunal esta actuación del Gobierno español.

Violando también el principio internacional de no devolución a países dónde puedan sufrir torturas y tratos degradantes e inhumanos, los demandantes, junto con el resto del grupo, fueron expulsados a Marruecos, país denunciado por múltiples organismos internacionales y ONG por «violar sistemáticamente los derechos humanos de personas migrantes y refugiadas subsaharianas».

Denis, el otro demandante, ha lamentado que fue víctima de «una brutal paliza por parte de la gendarmería marroquí al negarse a subir a un autobús con destino al desierto argelino, donde sería abandonado a su suerte» cita el comunicado. La expulsión de personas subsaharianas al desierto, cerca de la ciudad fronteriza de Oujda, es una práctica habitual de las autoridades marroquíes que no puede desconocer el Estado español.

Los hechos, de significativo impacto mediático en España, acontecieron en 2012, cuando una primera embarcación arribó en la madrugada del 28 al 29 de agosto al islote de Isla de Tierra con 19 personas en su interior, incluyendo mujeres embarazadas y niños. Posteriormente, en la madrugada del 1 al 2 de septiembre, llegaría otra embarcación con 68 personas en su interior. La expulsión colectiva se produciría en la madrugada del martes 4 de septiembre, cuando la Guardia Civil entregó a las Fuerzas de Seguridad de Marruecos las 73 personas subsaharianas que se encontraban aún en Isla de Tierra. Con anterioridad habían sido trasladadas a Melilla las mujeres embarazadas, los niños y sus madres.

Tras varios meses de investigación, las organizaciones españolas de Migreurop (ACSUR, Andalucía Acoge, APDHA, CEAR, Elín, Mugak y SOS Racismo) en colaboración con la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), consiguieron localizar en Rabat a Enmanuelle y Denis, quiénes habían conseguido regresar a territorio marroquí tras su expulsión a Argelia. Una vez entrevistados e informados de sus derechos, decidieron interponer una demanda contra el Reino de España ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Moudou , un refugiado convertido en inmigrante

Moudou en la asamblea de Cruz Roja de Tarifa. / S.R
Moudou en la asamblea de Cruz Roja de Tarifa. / S.R

Este joven acaba de llegar a Tarifa. Se llama Moudou y es de Bamako (Malí), apenas supera los 25 años y ha cruzado el Estrecho de Gibraltar en una balsa de plástico. Su caso es uno más dentro de las miles de historias que pasan por el mediterráneo, que a veces se hacen realidad y otras calvario.

Durante el conflicto armado que vivió Malí y la inestabilidad política que conllevó , este joven malienses y su familia decidieron huir del país rumbo a Mauritania, justo antes de que comenzará la intervención de Francia. Así lo relata con voz grave y emocionada ante la incertidumbre de una sala repleta de agentes de la Guardia Civil que cuestionan su entrada a España.

En Mauritania fue acogido por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ACNUR), en el campo de Mbera donde unos 70.000 refugiados malienses quedaron a la espera de un futuro incierto y ante las puertas de un país africano inmerso en una guerra internacional.

Allí pasó varios meses a la espera de una mejoría que nunca llegaba. Motivo que le impulsó ha hacer el viaje que otros compatriotas han logrado.

Moudou decidió entonces sortear las vallas de las inmigración y llegó al Sahara Occidental con otro grupo de compañeros donde poco a poco y con el esfuerzo económico de su familia refugiada llegó al norte de Marruecos. Allí ha pasado meses intentándolo todo para conseguir su objetivo. Finalmente el destino lo embarcó en una balsa de plástico a las dos de la madrugada.

“Llegar a Europa, todos piensan en Europa” relata Mouduo a este periodista mientras se calza unos zapatos donados por Cruz Roja. Los suyos los perdió en el mar mientras remaba junto al resto de sus compañeros. Llegó a tarifa con diez colegas del viaje migratorio a Europa.

Cuando me dio su mano todavía notaba el frio, los callos y las arrugas consecuencia del remo y el agua del mar. “Estoy muy fatigado, me duele el pecho de remar” comenta mientras envía un mensaje de móvil a través de su teléfono seguramente a amigos o familiares que sabían de su peligros viaje.

Moudou se levanta y es trasladado a un furgón de la Guardia Civil que lo trasladará a la Policía Nacional, que serán los encargados de trasladarlos a un Centro de Internamiento de Extranjeros, seguramente en Piñera (Algeciras) o Isla Paloma (Tarifa).

Tendrá un 90% de posibilidades de quedarse en Europa y de cumplir su sueño de continuar su viaje hacia el norte, pero su estatus quedará en España como un inmigrante ilegal mientras su vida reflejan el perfil de un refugiado que huyó de una guerra buscando protección.

¿Patera en Málaga?

La embarcación Salvamar El Puntal de Ceuta. /S.M
La embarcación Salvamar El Puntal de Ceuta. /S.M

No es frecuente que las pateras, sin motor, llegen a la costa de Málaga, es más son pocas las que han llegado estos últimos años, pero el martes 1 de octubre Salvamento Marítimo interceptó a 16 millas de Estepona (Málaga) una patera con siete inmigrantes de origen magrebí a bordo.

La embarcación fue interceptada por la Salvamar Vega y los inmigrantes eran varones adultos y se encontraban en buen estado de salud.

Según Salvamento Marítimo, la patera fue avistada a 12 millas al este de Punta Europa por el buque portacontenedores Ernest Hemingway.

Los motivos de la llegada de esta embarcación a este punto de la costa andaluza son mucho, principalemntel por que la embarcación saliese desde un punto más al este, y parece que se confirma ya que las patrulleras de Marruecos interceptaron a 3 pateras con subsaharianos frente a Tarifa que estaba controladas por ONG.

Un dato que puede confirma el suceso es que las pateras con ciudadanos magrebíes, generalmente argelinos, no suele tomar el trayecto del estrecho, es más frecuente que salgan desde Alhucemas (Marruecos) u Orán(Argelia), por lo que posiblemente saldrían en el Mar del Alborán y no por el atlántico lo que los hizo aparecer en el municipio malagueño.

Otro de los motivos puede ser el viento de poniente que areció y que introdujo el viento del Terral en Málaga, motivo que pudo impulsar la embarcación hacia la costa de Estepona, pero se decarta ya que las otras pateras fueron interceptadas y los subsaharianos suelen viajar juntos.

La noticia conincidió el mismo día en el que Málaga acogía los premios sobre las migraciones en el que un joven rapero marroquí fue galardonado por su música protesta tras llegar a Andalucía oculto en un camión.

Miguel Doña, director del programa de la Cadena Ser Espacio de Encuentro, me dijo antes del evento que presentaba y tras charlar de la patera que “no cuestionamos como vienen, integrémoslos”.

Mauritania expulsa a un periodista tras participar en un…

El periodista guineano Mamady Cámara. / F.B
El periodista guineano Mamady Cámara. / F.B

Las autoridades mauritanas han expulsado del país al Secretario General del Club de Jóvenes Periodistas, Mamady Cámara, tras participar en un taller sobre migraciones para periodistas del Magreb, África Subsahariana y Europa organizado por el Institutos Panos de París en Argel (Argelia).

Según informó un comunicado el periodista de origen guineano llegó el pasado día 30 de septiembre al aeropuerto internacional de Nuackchot (Mauritania) tras participar en el citado encuentro y fue expulsado in extremis a Argelia, país donde tenía visado.

Las autoridades han señalada la caducidad de su documento de residencia como motivo de la expulsión, que caducó el mismo 30 de septiembre.

Cámara ha ejercido su profesión en el país magrebí desde hace varios años y donde reside. Ahora se encuentra en Argelia a la espera de una solución y ha solicitado a las autoridades de Mauritania, Argelia y Guinea y todas las asociaciones nacionales e internacionales de defensa de la prensa, incluyendo la FIP, RSF y PANOS que solucionen el conflicto.

Es el frío, no las mafias

Operarios reparan la alambrada de Melilla el pasado miércoles 18 de septiembre. / M. Álvarez
Operarios reparan la alambrada de Melilla el pasado miércoles 18 de septiembre. / M. Álvarez

Esta semana hemos vuelto a ver cómo centenares de subsaharianos con la mente en Europa intentaban salir de Marruecos hacia las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Éstos han sido acusado de «violentos y agresivos», distintos calificativos que criminalizan directamente a los migrantes que huyen de situaciones de conflictos.

El último episodio se vivió ayer, cuando una decena de inmigrantes» lograba acceder a Melilla tras una nueva avalancha, la tercera en tres días, a primera hora de la mañana por unos 200 subsaharianos, que intentaron burlar la doble valla de seis metros de altura cada una que separa la ciudad española de Marruecos.

El Berkani, delegado del Gobierno, insiste en achacar la problemática de las migraciones a las «mafias». Supuestos entes organizados que ordenan a los migrantes salir en manadas hacia las alambradas o tirarse al mar.

Si la teoría del delegado es que las mafias animan a los migrantes saltar la valla en estas fechas, ¿Por qué no se preparan? Es más, si es cierto que son bandas organizadas las que traen a subsaharianos ¿Por qué no avisan a su vecino de Marruecos en estas fechas? Profundizando: ¿cuánto cobran las mafias por saltar a Melilla? Resulta inimaginable un mafioso invitando a saltar gratuitamente.

Los que no hablan en los medios, los asaltantes, dicen que la verdad es que en el Gurugu (Marruecos), monte vecino a a Melilla, hace frío. Allí hay cientos de subsaharianos pero dicen que se esconden de «las otras mafias y de los agentes marroquíes» y que están a la espera de encontrar un momento para su viaje a Europa mientras el frío azota.

Puedes continuar leyendo el análisis en los diarios del Grupo Joly