La lluvia no da tregua a los refugiados saharauis
Las intensas lluvias e inundaciones no dan tregua en los campamentos de población refugiada que han causado daños generalizados en los cinco campamentos y más de 25.000 personas lo han perdido todo. Según el ACNUR unos 90.000 refugiados saharauis han quedado en situación “vulnerable” en el suroeste de la árida región de Tinduf, en Argelia, donde están refugiados más de 200.000.
El número de personas en necesidad de ayuda humanitaria podría aumentar, ya que se prevé que las lluvias continuen, y las viviendas que han quedado dañadas podrían caer en los próximos días perjudicando a aquellos que viven en las zonas más afectadas de los campos como Auserd y Dajla, declarados en situación de “Catástrofe Humanitaria”
En la zona están trabajando la Media Luna Roja Saharaui en colaboración con Argelia y la ACNUR que pretenden paliar la primera respuesta humanitaria. Desde la Federación Andaluza con el Sahara (FANDAS-Sahara) se ha lanzado una campaña de regida de fondos para hacer frente a la reconstrucción inmediata de los servicios básico.
Desde Andalucía, y en colaboración con la Media Luna Roja Saharaui, se ha estimado recaudar fondos para enviar cocinas de gas a las familias afectadas con el objetivo de potabilizar el agua, en la que ya donan fondos a la cuenta colectiva las familias de acogida, la ciudadanía malagueña, así como distintos ayuntamientos de la provincia y la Diputación provincial, que se han interesado en prestar ayuda de emergencia ante la situación que afecta a uno de cada cuatro saharauis que vive en los campos de población refugiada.
Los Hospitales y escuelas están cerrados ante las inundaciones ante el temor de que puedan derribarse en los próximos días. La crisis afecta también a los alimentos, la mayoría de la población lo han perdido todo y la ONU tan solo está entregando en los campos pan, alimentos frescos y agua potable.
Las personas que se han quedado sin hogar están siendo acogidas por familiares y vecinos, pero durante los próximos dos días la ONU se ha comprometido a enviar por vía aérea un cargamento de ayuda humanitaria, no obstante el presupuesto de la operación de ACNUR para Tinduf sólo está financiado al 20%, lo que deja una enorme brecha y restringe las actividades operativas de la Agencia de la ONU para los Refugiados.
#Ojo Sigue lloviendo en los Campos #Refugiados del #Sahara, hay +90.000 afectados #EmergenciaSahara #SOSSahara https://t.co/swN8n1J2Wy
— Sahara Málaga (@SaharaMalaga) octubre 25, 2015
Una evaluación realizada a principios de esta semana por parte de la Cruz Roja Saharaui muestra que centenares de casas de adobe han quedado destruidas o dañadas. Aquellas personas que viven en tiendas saharauis tradicionales se han librado de la peor parte de la catástrofe, aunque tan sólo una minoría de las familias cuenta con este tipo de tiendas de campaña.
Asimismo han resultado dañadas o destruidas otras infraestructuras como dispensarios, hospitales, escuelas, tiendas o cobertizos para el ganado. Por otra parte, también será necesario reconstruir las letrinas y retirar lo antes posible el agua estancada de las inundaciones para prevenir enfermedades, la contaminación de las fuentes de agua y el derrumbe de inmuebles.
Los refugiados saharauis comenzaron a llegar a Tinduf a mediados de la década de los 70, cuando España abandonó el Sáhara Occidental y estalló el conflicto por su control, y la ocupación de Marruecos del territorio. Los refugiados siguen esperando en la árida región de Tinduf un referéndum que les permita ejercer su derecho a la libre determinación y abandonar un territorio que inhóspito que ahora ha quedado destruido.