Se llama Manin Ould Oufkir y tiene 30 años, es originario de los campamentos de refugiados saharauis según la agencia de noticias mauritana Sahara Media, aunque el Frente Polisario no lo ha confirmado.
Está considerado como el principal cerebro de la operación que secuestró el pasado 23 de a los dos cooperantes españoles y a la italiana en la ciudad administrativa del Polisario en los campamentos de Tinduf.
Llegó a Mauritania a finales de 2011, aunque antes de llegar cortó su barba, convertido en un símbolo del radicalismo islámico en el país magrebí. Ould Oufkir fue detenido en su casa de Noadibu el cinco de diciembre de 2011 y trasladado a la prisión central de Nuakchot.
Todo apunta que este saharaui ha sido uno de los intercambios para lograr la liberación de los cooperantes por parte de los disidentes de AQMI, los yihadistas del MUJAO. Además otros medios locales apuntan a que un terrostista mauritano y otro nigerino fueron puestos en manos del MUJAO.
Sin embargo, la Agencias de Información de Nuakchot (ANI) contrastó la información de la liberación del terrostista saharaui, aunque ha sido la primera agencia que ha puesto precio a los cooperantes. Según estaagencia los Gobiernos de España e Italia pagaron entre dos y tres millones de euros por la liberación de los trabajadores humanitarios.
Los dos cooperantes españoles, Ainhoa Fernández de Rincón y Enric Gonyalons, y la italiana Rosela Urru secuestrados en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf fueron liberados ayer por la tarde tras nueve meses raptados por la organización Movimiento por la Unidad y la Yihad en el África Occidental (MUJAO), según anunció un portavoz del grupo islamista Ansar al Din en el norte de Malí, y que confirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Los trabajadores humanitarios fueron entregados a los mediadores en la ciudad maliense de Gao, actual epicentro del conflicto entre los independentistas tuareg y grupos islamistas. Su liberación se retrasó tras una tormenta de arena que no permitió que un avión de las Fuerzas Áreas Españolas aterrizara para recoger a los cooperantes.
Enric, Ainhoa y Rosela trabajaban para diferentes organizaciones internacionales en los campamentos de refugiados saharauis, donde residían por motivos laborales y donde se convirtieron en los primeros secuestrados en estos campos tras más de 35 años sin incidentes.
Desde hace nueve meses han estado en paradero desconocido, y tras cifrar sus captores su libertad por un millón y medio de euros apenas se supo de ellos desde diciembre de 2011, cuando el MUJAO envió un video de los rehenes como prueba de que estos seguían con vida.
Los cooperantes internacionales se alojaban en el protocolo de Rabuni, ciudad administrativa de los campamentos de refugiados saharauis, controlado por el Frente Polisario y antes del la noche del 23 de octubre, día del secuestro, una de las zonas más seguras para los trabajadores internacionales del conflictivo Sahel.
Los terroristas del MUJAO entraron en las instalaciones del protocolo, hirieron al guarda de seguridad y ante los gritos y disparos, el personal humanitario salió al patio central donde varios hombres con turbante tomaron a Ainhoa Fernández y Rosela Urru. Eric Gonyalons se resistió ante sus captores que le dispararon en una de sus piernas, y fue finalmente secuestrado junto a sus compañeras.
Varios militares del Frente Polisario siguieron al vehículo hacia la frontera entre Argelia y Mauritania, y tras varios tiroteos perdieron su rastro en el norte de Malí, refugio para muchos terroristas de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).
Después de meses de discretas negociaciones entre los mediadores del gobierno español e italiano junto a los secuestradores, estos han llegado a buen puerto, a pesar de que el golpe de estado de Malí en marzo de 2012 y los enfrentamientos en el norte contra los Tuareg, desestabilizó la zona y facilitó los movimientos de grupos islamistas y traficantes en la región donde los cooperantes estaban retenidos.
El espíritu democrático mostrado por el pueblo de Libia en las elecciones del pasado 7 de julio ha impresionado a todos los observadores internacionales que velaron por el buen uso de los comicios, según afirmó el enviado especial de la ONU para Libia, Ian Martin.
Ante el Consejo de Seguridad, Ian Martin señaló que los votantes han resistido con éxito y determinación los actos de violencia que amenazaron la celebración de los comicios.
“Hombres y mujeres libios, jóvenes y viejos, acudieron en masa a las urnas y mostraron sus dedos manchados de tinta con el orgullo y la emoción de un pueblo que ha sido denegado por mucho tiempo de las libertades democráticas. Muchos de ellos son miembros de familias que han sufrido la muerte de sus seres queridos en pos de este derecho del que finalmente ejercen”, dijo Martin.
Por otro lado, subrayó que Libia afronta todavía muchos desafíos además de los retos relativos a la seguridad y justicia.
Entre ellos, mencionó el desarrollo de instituciones de un estado moderno, la diversificación de la economía nacional, la lucha contra la corrupción y la creación de empleo, en especial entre la población más joven.
Por su parte, la Unión Africana elogió las exitosas elecciones que tuvieron lugar el 7 de julio, en un comunicado de prensa emitido por la Comisión de la Unión en Addis Abebas y firmado por el jefe de la comisión de la UA, el Sr. John Ping, quién felicitó al pueblo libio en la realización de elecciones exitosas.
En este comunicado de prensa, el Sr. Ping, expresó su admiración por las honestas las elecciones, así como la agudeza de pueblo libio a la autodeterminación que estuvo ausente durante el régimen de Gadafi. La Comisión de la UA también elogió alto porcentaje de los votantes en las elecciones que se extendió del 65% de los libios que se habían registrado como votantes, casi dos millones de libios participaron.
Los dos cooperantes españoles y la italiana secuestrados en la noche del 22 al 23 de octubre en Rabuni, ciudad administrativa del Frente Polisario, han sido liberados según declaró el un portavoz de la organización Movimiento por la Unidad y la Yihad en el África Occidental (MUJAO) a la agencia de noticias Reuters.
La noticia no ha sido contrastada oficialmente nipor las familias de los raptados ni por los ministerios de exteriores de los gobiernos implicados, España e Italia, no obstante fuentes apuntan a que los trabajadores humanitarios están en Gao (Malí) a la espera de ser trasladados en todoterrenos hacia Burkina Faso.
Según la Agencia de Noticias Mauritana (ANI), las autoridades mauritanas liberaron en la tarde del martes al miércoles al terroristas islámico de origen saharaui Ould Oufkir, acusado de complicidad en el secuestro de los cooperantes.
La agencia Mauritania de noticias dijo que Ould Oufkir es el primer paso hacia la el intercambio mantenido en secreto por las partes interesadas de los rehenes occidentales y el MUJAO.
No obstante, el grupo yihadista reclamaba en torno al millón y medio de euros por cada cooperante, cifra que no se ha contrastado ni se dará a la luz como ocurrió en el anterior secuestro de tres cooperantes españoles.
En aquel caso también fue liberado un terrorista apresado por Mauritania de origen maliense conocido como Omar el Saharaui.
Han pasado diez años de la toma de la isla de Laila para Marruecos, y el conocido islote de Perejil para España, por parte de los soldados españoles orquestados por el gobierno de José María Aznar, que desembocó en una crisis diplomática entre Marruecos y España, que casi se convirtió en el primer enfrentamiento armado entre los históricos vecinos.
El clima bélico promovido por los EEUU (declaró la guerra a Afganistán) desembocó que el propio Gobierno de los Estados Unidos tuviese que resolver el conflicto que debilitó a nivel internacional la imagen de la diplomacia española, pero que ensalzó el nacionalismo patriótico y acrecentó lo que la ciudadanía marroquíes llaman la morofobia.
Aunque las acciones de ambas partes fueron poco oportunas lo que la sociedad internacional se llevó de este episodio fue la poca capacidad de análisis y diálogo de una democracia caracterizada por anteponer los servicios diplomáticos a la intervención, algo que el mejor amigo de Bush olvido.
Este es un reportaje en lengua árabe, con otro punto de vista al conocido en el lado europeo del estrecho de Gibraltar.
En la tarde del Martes 17 de Julio llegan a España 80 de los 100 refugiados africanos del conflicto en Libia seleccionados para su reasentamiento en nuestro país, según informaron fuentes de la Agencia de la ONU para los Refugiados.
La llegada de estos refugiados fue aprobada por el Consejo de Ministros del 7 de octubre de 2011, en el que el Ministerio de Trabajo e Inmigración se hizo cargo de la totalidad de los costes, excepto los 23.353,18 euros estimados correspondientes a los gastos para la misión de selección de los funcionarios que debe desplazar la Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio del Interior.
Los asentados provienen del campamento de Shousha (Túnez), donde en la actualidad, un año después de las revueltas contra Gadafi, más de 3.000 personas siguen refugiadas, a la espera de ser reasentadas.
Entre su población se encuentran refugiados de Sudán, Somalia, Eritrea o Etiopía, ciudadanos que se encontraban en la Libia de Gadafi antes de estallar la revolución y que se vieron obligados a huir, ya que muchos de ellos estaban siendo acusado de pertenecer a facciones gadafistas.
Estos 80 reasentados que tendrá protección permanente en España, son consecuencia de las conclusiones del Consejo Europeo de los días 24 y 25 de marzo de 2011, donde subrayaron la gravedad de la situación humanitaria en Libia y en sus fronteras, así como el compromiso de la Unión Europea de proporcionar ayuda humanitaria a todos los afectados.
En el campamento de refugiados de Mbera (Mauritania) actualmente hay 89.390 refugiados malienses (a fecha 8 de julio de 2012).
La mayoría proceden de la ciudad milenaria de Tombuctu (87%), aunque también hay refugiados malienses de Mopti (8%) y Ségou (5%). En Tumbuctu los refugiados justificaron su huída por los recientes enfrentamientos armados entre grupos islamistas y los rebeldes tuareg por el control del terreno. Y es que Tumbuctu sufre desde hace varios meses enfrentamientos y pillajes que han acabado con monumentos históricos como la Puerta del Fin del Mundo de la mezquita de Sidi Yayia o saqueado la Gran Mezquita de Djingareyber.
El origen étnico de la población es principalmente tuareg (90%) y árabe bereber (10%), la mayoría son pastores (dedicados a la cría de ganado, como cabras, camellos, vacas, corderos y asnos) y agricultores.