El Sahara vuelve a prender el Magreb
La noticia del pasado 25 de abril que ampliaba el mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el referéndum en el Sahara (Minurso), sin velar por los derechos humanos, ha prendido el fuego en las principales ciudades del Sahara Occidental.
El sábado pasado los saharauis respaldaron una gran manifestación con miles de personas que reclamaban la independencia y a grito de “Viva el Polisario” mostraron la bandera de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). La protesta ha sido considerada la mayor manifestación de saharauis desde el 1975 en una ciudad en la que ya son minorías.
Sin embargo, la respuesta de las autoridades marroquíes no fue tan contundente como habían denunciado los propios saharauis en anteriores manifestaciones. Según fuentes en el terreno afirmaron que la presencia de la medios internacionales como New York Times, Washington Post, BBC, CNN, o The Guardian, frenaron las disoluciones.
Pero la persecución hacia activistas saharauis sigue siendo constante como denunciaba la popular activista saharaui Aminetu Haidar desde El Aaiún. “La policía está hostigando a los activistas saharauis y en concreto a mí, ya que los medios me han acusado de incitar a la población saharauis a salir a las calles” comentaba Haidar cuyo coche fue apedreado durante las protestas.
Por otro lado, el diario marroquí Lakome mostró imágenes de agresiones a otros activistas como la saharaui Sultana Haya donde se puede apreciar en un vídeo grabado desde su casa como una quincena de antidisturbios apedrearon el inmueble de la defensora de derechos humanos en Bojador.
Por su parte, el grupo vasco EAJ-PNV ha pedido en el Congreso la comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, para que explique el papel de España en la negociación de la última resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el Sáhara Occidental.
Y es que la chispa se ha vuelto a encender en la antigua colonia española que sigue bajo proceso de descolonización desde el abandono de España y posterior guerra entre Marruecos y Polisario. Y es difícil de entender como un país como Marruecos con altas pretensiones democráticas y con una voluntad política de movilizar a la Unión por el Magreb Árabe no aplica el derecho internacional en el Sahara.
El conflicto que sigue estancado desde el proceso de paz de 1991 no ha beneficiado a nadie en la región, es más la obtención de recursos del Sahara ha perjudicado a Marruecos en su escalada europea ya que el parlamento no ratificó la ampliación del acuerdo pesquero a causa de incluir las aguas saharauis.
Además, una solución rápida al conflicto beneficiaría fuertemente a Marruecos que se consolida en los últimos años como potencia en la región, y beneficiaría indirectamente también a la Unión Europea que compartiría frontera sur con el estado más moderno del norte de África.
Cierto es que el temor a perder el territorio perjudica a la idea expansionista del Gran Marruecos, pero desde la legalidad el país puede acceder a una democratización real que permita buscar otros intereses económicos ya que un Sahara independiente está obligado a entenderse con el reino alauí, pero un Sahara Marroquí avalado por la población autóctona será un éxito económico que permitirá a Marruecos crecer incluso a niveles de estados de la Unión Europea, pero para ello es necesario dejar elegir a la población.