Los migrantes miran a Europa
Llegar a España es un objetivo principal para millones de personas en toda África, sin embargo la gran parte de estos migrantes su destino no es la península sino el resto de los países de la Unión Europea.
El movimiento natural de personas se ha producido desde antaño, pero en las últimas décadas España ha sido uno de los principales países receptores de migrante no obstante la crisis y el propio éxodo de migrantes del país están convirtiendo a España en un país de paso para las migraciones.
Uno de los datos que puede reflejar este fenómeno es la afiliación a la Seguridad Social de ciudadanos extranjeros, que descendió en el primer mes de 2013 en 45.495 ocupados, lo que equivale al -2,76%. En términos anuales, la evolución de la tasa de afiliación de personas de procedencia extranjera continúa siendo negativa y muy por encima de la del total de empleados.
La variación anual entre el colectivo registró una bajada del -5,31% (-89.831) frente al -4,59% del conjunto del Sistema. Ambos indicadores revelan que se mantiene la tendencia ya apuntada en los meses anteriores, en el sentido de que la pérdida de empleo está afectando con mayor intensidad a los trabajadores extranjeros que a los nacionales.
Y es que de los entorno a seis millones de extranjeros que viven en España 1.600.355 están trabajando de forma legal. No obstante, la meta de arribar a España sigue siendo el objetivo, ya sea por las costas a través de embarcaciones o por los enclaves españoles de Ceuta y Melilla, sobre todo este segundo donde en sus alrededores aguardan la mayoría de migrantes subsaharianos con destino Europa.
Los países de la región del subsahara siguen siendo las zonas que más inmigración de riesgo provoca, ya que la mayoría expone su vida y su capital para conseguir su objetivo bajo ningún otro concepto. Pero su destino son muy diversos como Alemania, Francia, Holanda o incluso Noruega, como afamaban algunos migrantes en mi última visita a la ciudad autónoma de Ceuta.