Inmigración

Fábrica de concertina dice que su fin «no es…

Máquina fabricando la concertina destinada a la frontera entre España y Marruecos en Melilla. / S.R
Máquina fabricando la concertina destinada a la frontera entre España y Marruecos en Melilla. / S.R

La finalidad de las concertinas ha vuelto a la palestra tras su reinstalación en la frontera de Melilla. Su fabricante, la empresa malagueña European Security Fencing (ESF), dice que su fin «no es cortar» pese a las críticas de las ONG en defensa de los derechos de los inmigrantes.

El único fabricante de concertina de Europa, y la encargada de instalarla en Melilla, produce cada día en Cártama (Málaga) unos 10 kilómetros de este alambre que se reparten para todo el mundo.

Según Antonio Mora, gerente de ESF y del grupo empresarial Mora Salazar, las concertinas que se están instalando en la parte superior de Melilla tienen un «efecto psicológico y visual de que hay unos filamentos que si accedes te puedes hacer daño».

Mora ha manifestado a Efe que «si llegan las avalanchas donde se suben a la vez 300 personas en la valla, unas encima de otras» la concertina termina haciendo «algún rasguño o corte», ya que, según ha explicado, esto ocurre por «la presión que ejercen las personas sobre la chapa metálica».

«La finalidad no es ni cortar ni pinchar a nadie» ha destacado Antonio Mora, quien ha apostillado que «no es un elemento para hacer daño a las personas sino para disuadir».

ESF instala alambradas en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla desde 1989 y, según el fabricante, el efecto concertina «consiste en que el inmigrante que quiere saltar la valla vea que hay unos filamentos y evitar el salto».

Mora ha insistido en que es una estrategia de seguridad pasiva y que los cortes fuertes solo se producen por «aplastamiento», y ha añadido que en la fábrica «jamás» han llevado a ningún trabajador «a que le hagan un punto de sutura por el empaquetamiento o fabricación del producto».

El fabricante ha aseverado que tienen once modelos diferentes de concertina y que la instalada en Melilla es «una de las menos agresivas», y ha dicho que de sus productos el instalado en la ciudad autónoma «es uno de los elementos menos punzantes».

Hace más de un siglo que recintos, fronteras y ejércitos usan las concertinas para proteger y evitar acceder a sus áreas restringidas, y en Europa el único fabricante es esta empresa malagueña cuyos principales clientes están en los cinco continentes y venden a centrales nucleares, centros penitenciarios o pirotecnia.

PUEDES CONTINUAR LEYENDO MI REPORTAJE PARA LA AGENCIA EFE EN EL DIARIO 20MINUTOS

Andalucía

“Hay otra Andalucía en el norte de Marruecos”

Plaza de El-Hamman en Chef-Chauen. / S.R
Plaza de El-Hamman en Chef-Chauen. / S.R

Mirar al norte de Marruecos desde el sur de España es cada vez más frecuente entre los andaluces, que poco a poco van sabiendo que “hay otra Andalucía en el norte de Marruecos”.

Así comienza la conversación con Mohamed Sefiani, alcalde de la Ciudad de Chef-Chauen, una pieza de la historia de Andalucía en el norte del reino alauí. Chauen fue fundada en 1471 en el emplazamiento de una pequeña población bereber, y su población original estuvo compuesta por los andaluces, tanto musulmanes como judíos, expulsado por los Reyes Católicos.

Lo cierto es que un emir arabe, casado con una vejeriana, estructuró el pueblo tan similar al originario de su esposa que añoraba las calles estrechas de Vejer de la Frontera tras abandonarla por la conquista católica.

“Tenemos una historia de amor entre Vejer y Chauen” comenta Sefiani, y asegura que compartimos tanta historia que ”tenemos que trabajar juntos”, por ello este político marroquí capitanea una red de medinas mediterráneas con casco histórico ya que su objetivo es la conservación y valoración del patrimonio.

Y es cierto que Andalucía y el norte de Marruecos son demasiado similares, motivo por el que no extraña que tanto calles, paisajes y rasgos culturales sean tan semejantes. Pero el buen entendimiento entre dos vecinos siempre depende de los gobiernos centrales a pesar de los esfuerzos de la política local, y Chauen y Vejer también tiene algo en común, que tanto Rabat como Madrid están lejos.

Sefiani cree que es “natural que las relaciones entre España y Marruecos sean muy buenas” porque según el alcalde de Chauen tenemos “relaciones económicas muy buenas y relaciones históricas”.

El acalde de Chauen destacó durante la conversación que España haya sido el primer proveedor de Marruecos por primera vez en la historia del reino, y “sustituyendo a Francia”.

Pero a veces los choques entre los gobiernos afectan a las relaciones entre norte de Marruecos y sur de España, sin embargo este político emprendedor tiene claro que “la razón de vecindad no tiene otra solución que trabajar juntos” y asevera que así pueden “hacer muchas cosas”.

Los esfuerzos de la cooperación transfronteriza se han visto beneficio en el ámbito cultural que poco a poco se rasca más en una historia de Andalucía perdida en el norte de Marruecos y olvidada por los libros de texto que miran al norte que está más lejos que el sur.

Libia

La encrucijada libia

Atentando en la embajada francesa en Trípoli fotografiada por un usuario de Twitter. /@Eh4b10
Atentando en la embajada francesa en Trípoli fotografiada por un usuario de Twitter. /@Eh4b10

La protesta contra la presencia de milicias armadas celebrada ayer en Trípoli se saldó con 32 muertos y 391 heridos, lo que vuelven a mostrar una Libia frágil y enfrentada.

Casi dos millones de kilómetros cuadrados, de la mayoría es dueño el Sahara, y casi siete millones de habitantes. En datos ésta es Libia, un país del Magreb que vive tras la revolución y la caída de un régimen la inestabilidad económica y en seguridad que no permite desarrollar los objetivos de la Primavera Árabe.

Gadafi consiguió estabilizar a un país tribal, pero su agonía acabo con el monopolio. Los libios se unieron en facciones que consiguieron derrocarlo, pero su poder no ha sido saciado. Hasta la fecha, Libia no ha conseguido establecer la seguridad y formar a policías y cuerpos de seguridad del Estado.

Las consecuencias son los reiterados atentados, enfrentamientos y hasta secuestros. El propio primer ministro, Alí Zidan, lo ha vivido en sus carnes. Por ello este dirigente ha pedido a la OTAN asesoramiento en materia de defensa para evitar que se repitan casos como el asesinato del embajador estadounidense.

La organización internacional ha respondido positivamente y va a enviar al país un grupo de asesores que permita establecer el control en seguridad. Hay que recordar que la ONU tiene desplegada una fuerza de paz en el país que tampoco logra estabilizarlo.

Los países de la OTAN han mostrado convencidos de que un asesoramiento en defensa “contribuirá a la estabilidad en el área mediterránea”, y confía en la continuación y profundización de relaciones de partenariado con Libia, con la perspectiva de su posible futura incorporación al Diálogo Mediterráneo de la OTAN.

Esta inseguridad no solo obliga a los propios libios a vivir en situación de alarma constante, sino que repercute en el contrabando, el tráfico de drogas y armas, y hasta de seres humanos. El ejemplo son los últimos naufragios de refugiados subsaharianos en las costas de Lampedusa. Libia es hoy herida abierta a la inmigración que aprovecha para sangrar hacia Europa, aunque a veces un triste final.

El Estado del bienestar también se ha visto afectado, y los servicios públicos funcionan bajo mínimos.

El gran beneficiado es el vecino Túnez, donde miles de litros de petróleo de contrabando se compran a la mitad de precio, incluso frutas y otros víveres. Pero el paso fronterizo entre los dos países magrebíes es también un peligroso coladero para la seguridad nacional de Túnez, la cual ha intensificado la presencia en la zona.

Libia quiere recuperar los beneficios económicos y que eso repercuta sobre la población que se veía beneficiada, en parte, de los recursos energéticos que tiene el país. Sin embargo, la población ha sufrido en las últimas décadas una fuerte propaganda antioccidental por lo que la presencia de estos supone, todavía, una incomodidad. Y aunque son conscientes de que la intervención extranjera les trajo la victoria, muchos lo siguen viendo con indiferencia.

Pero hasta el momento no es algo que preocupe a las grandes petroleras inglesas, francés, estadounidenses o incluso españolas. Estas siguen explorando en el rico territorio libio en busca de explotar petróleo y gas de buena calidad.

La española Repsol halló hace unos días un importante pozo de crudo de primera calidad en la zona de Murzuq, que pretende explotar. Libia por su parte se muestra satisfecha de estos logros que permiten crear puestos de trabajo y extraer los recursos que generan beneficios al estado.

Con Gadafi, la mayoría de los libios eran funcionarios y tenían sueldos que rondaban los casi 1.500 euros. El resto de tareas eran efectuadas por migrantes de Asia o África Subsahariana.

Actualmente el comercio se ha visto mermado, aunque las grandes empresas libias funcionan con casi normalidad. Los libios han vuelto al bazar a vender, pero el contrabando es el gran amigo del negocio y un comprador como la población tunecina beneficia a ello.

Un Estado que no mantiene la seguridad, no genera riqueza. Y un estado tribal que no controla sus tribus, como hizo Gadafi, puede desembocar en una terrible inestabilidad que beneficia a las mafias y terroristas que aprovechan las brechas para circular libremente.

Libia es rica, grande y con pocos habitantes. Establecer un Estado del bienestar no debería ser complicado, sin embargo los poderosos líder tribales siguen controlando sus áreas en contra del Estado centralista que pretenden implantar las democracias occidentales.

Andalucía

Concertina made in Málaga

Parte de las concertinas que no fueron retiradas por España en Melilla. / José Palazón
Parte de las concertinas que no fueron retiradas por España en Melilla. / José Palazón

Hace unos días el Ministerio del Interior de España ha iniciado las tareas de recolocación de las concertinas de acero en el perímetro fronterizo entre Melilla y Marruecos.

Tras las denuncias de distintas personas y colectivos, y tras demostrarse que causaban importantes lesiones, el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, se comprometió a quitarlas en 2006, fueron retiradas en 2007 y sustituidas por una sirga tridimensional.

Las concertinas o cuchillas fueron prohibidas tras los saltos que sufrió la alambrada y que causó numerosas víctimas a causa de sus afiladas puntas, pero ahora hemos descubierto que el fabricante de estas son la empresa malagueña European Security Fencing.

La compañía perteneciente a al Grupo Mora Salazar, y que visitó hace uno años el expresidente de la Junta de Andalucía, Pepe Griñán, es el único fabricante europeo de concertina y tiene clientes en los cincos continentes.

La empresa es especialista en la fabricación de cuchillas que se usan en puesto fronterizos de todo el mundo, y aunque no se ha precisado el gasto del ministerio en este elemento denunciado por las organizaciones internacionales, si han confirmado que se está usando el número 22.

Este tipo de concertina está compuesto de acero y con un grosor de 0,5mm, una longitud de cuchilla de 22mm y una separación de entre cuchillas de 34mm, está considerada como una concertina estándar de “gran efectividad y resistencia”.

La empresa vende a través de su web este tipo de concertina por 51,92 euros el rollo de 10-12 metros, por lo que si la valla tiene una superficie de unos 12 metrosel gasto sin instalación de la concertina superaría los 50.000 euros.

Ahora tras su instalación varios anónimos han pedido a través de la plataforma Change.org que el ministerio las vuelva a retirar ya que considera que usar estas cuchillas es “una salvajada, propia de seres sin escrúpulos, sin empatía y sin ninguna clase de amor hacia el prójimo”.

En pocas semanas los activistas han conseguido recopilar más de 20.000 firmas en internet.

Sahara Occidental

Los socialistas europeos a favor de Marruecos pese a…

Un representante de CEAS-Sahara entrega el documento a líder de los socialistas europeos. / J.Z
Un representante de CEAS-Sahara entrega el documento a líder de los socialistas europeos. / J.Z

Ya hace tiempo que los socialistas, no solo en España, decidieron que Europa tiene que estar al lado de Marruecos pese a quién pese y sin solventar un conflicto que dura casi cuatro décadas como es el del Sahara Occidental.

El acuerdo pesquero entre la UE y el reino Alauí es el más importante de los lazos entre las dos orillas y representa la superioridad económica de Marruecos en el Magreb. Pero el acuerdo, que ya fue rechazado, incluía las aguas de un territorio considerado por las Naciones Unidas como “No Autónomo”, y cuyo propietario vive refugiado en la hamada argelina.

Pero el presidente del Grupo Socialistas y Demócratas (S&D) en el Parlamento europeo, el austríaco Hannes Swoboda, señaló en rueda de presna que su grupo votará a favor del acuerdo pesquero tras la pregunta de este periodista.
Swoboda dijo que «no ayudamos a los saharauis rechazando el acuerdo», y destacó que no veía “ninguna contradicción entre los acuerdos pesqueros y los intereses de los saharauis».

Además dejó entre bambalinas la necesidad de que el acuerdo pesquero repercuta sus beneficios entre la población del Sahara Occidental, acción que según el socialista debe de jugar España.

Los argumentos del socialista no convencen al pueblo Saharaui que ayer bajo el movimiento solidario entregó un documento a Swoboda para pedirle que cese el expolio de recurso en el Sahara y que no apoyen los acuerdos pesqueros en la votación en el parlamento europeo.

El mensaje era claro, lo mismo que reivindicaban días atrás unas dos mil personas en Madrid, el acuerdo vulnera los derechos de los refugiados como propietarios legítimos de los recursos del territorio que ahora Europa pretende obtener.

El acuerdo pesquero permitirá regresar al caladero marroquí un centenar de buques pesqueros españoles, en su mayoría de carácter artesanal, con más de 700 tripulantes, principalmente de Andalucía y Canarias.

A finales de julio, UE y Marruecos lograron firmar un acuerdo de cuatro años y que costara un total de 160 millones euros, 40 por cada año, una cifra que alarma a los expertos que ven un gasto innecesario que genera trabajo pero no beneficios.

Es más, si el dinero invertido al año para el acuerdo se repartiera entre la flota, cabrían a un sueldo de más de 4.000 euros mensuales cada uno de los pescadores, cuyo sueldo raras veces supera el mínimo. Según el el Ministerio de esta cantidad, 16 millones corresponden a derechos de acceso y 14 millones en concepto de apoyo sectorial y cooperación al sector pesquero marroquí, y 10 millones procedentes de los pagos por licencias de los diferentes operadores que, en el caso español, suponen un incremento aproximado del 12%.

Pero lo que ha indignado a los solidarios con el Sahara no es el rechazo al expolio sino la ostentación de solidaridad con este pueblo del austriaco Hannes Swoboda, que destacó en la rueda de prensa la visita de sus eurodiputados al Sahara Occidental y la próxima visita a los campamentos de refugiados.

Inmigración

Los Centros de Internamiento de Extranjeros, el freno del…

Migrantes subsaharianos refugiados en la casa de un melillense. / José Palazón
Migrantes subsaharianos refugiados en la casa de un melillense. / José Palazón

Miles de inmigrantes han pasado por las celdas de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) rompiendo su sueño de trabajar en Europa, y la función de esos recintos es cuestionada por colectivos que denuncian violaciones de derechos humanos y supuestos abusos como los que juzgan en Málaga.

En 2012, según un estudio del Defensor del Pueblo, en España fueron detenidas unas 60.000 personas por infracción de la ley de Extranjería, y de ellos más de 11.000 fueron internados en un CIE. El de Algeciras (Cádiz) fue el que más internos tuvo, con 3.262.

Los internos suelen pasar un máximo de 60 días en estas instalaciones y más del 52 por ciento de los extranjeros no fueron expulsados de España.

Pero tanto este informe como los colectivos en defensa de los derechos de los migrantes han asegurado que los CIE tienen carencias básicas tanto en infraestructuras como en los reglamentos, ya que en el caso del de Algeciras el edificio está prácticamente en ruina, motivo por el que se cerró el que funcionaba en Málaga.

«Salvo un par de CIE como pueden ser el de Murcia o Aluche, el resto son instalaciones reconvertidas que no se consideraban aptas para su uso», ha señalado a Efe Carlos Arce, coordinador de Inmigración de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha).

El Defensor del Pueblo ha considerado la necesidad de que se publique un reglamento específico que regule el régimen de internamiento de los ciudadanos extranjeros, ya que, según Arce, «los procedimientos como las visitas o los accesos a recursos sociales y de ocio están mejor en las prisiones que en los CIE».

Puedes continuar leyendo mi reportaje para la Agencia EFE en ElConfidencial.com