Marruecos

El acuerdo pesquero UE-Marruecos es un pacto político más…

Cañete en la rueda de prensa del acuerdo pesquero. / MAGRAMA
Cañete en la rueda de prensa del acuerdo pesquero. / MAGRAMA

Marruecos ya la Unión Europea, premio Nobel de la Paz, han firmado hoy en Marruecos un nuevo acuerdo pesquero que permitirá regresar al caladero marroquí un centenar de buques pesqueros españoles, en su mayoría de carácter artesanal, con más de 700 tripulantes, principalmente de Andalucía y Canarias.

Tras un año y medio de lucha diplomática, y bajo la presión española, se ha conseguido firmar un acuerdo con el vecino Alauí de cuatro años y que costara un total de 160 millones euros, 40 por cada año, una cifra que alarma a los expertos que ven un gasto innecesario que genera trabajo pero no beneficios.

Es más, si el dinero invertido al año para el acuerdo se repartiera entre la flota, cabrían a un sueldo de más de 4.000 euros mensuales cada uno de los pescadores, cuyo sueldo raras veces supera el mínimo. Según el el Ministerio de esta cantidad, 16 millones corresponden a derechos de acceso y 14 millones en concepto de apoyo sectorial y cooperación al sector pesquero marroquí, y 10 millones procedentes de los pagos por licencias de los diferentes operadores que, en el caso español, suponen un incremento aproximado del 12%.

Ahora, el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Arias Cañete,  espera que haya una acción concertada en el Parlamento Europeo para agilizar el proceso de ratificación del acuerdo y que pueda entrar en vigor lo antes posible, “ya que este protocolo cumple totalmente el mandato negociador del Consejo de Ministros de la Unión Europea”.

EL GASTO DE LA UE EN EL ACUERDO SUPONDRÍA UN SUELDO DE 4.000€ AL MES PARA CADA UNO DE LOS PESCADORES DURANTE UN AÑO

Entre las novedades de este acuerdo,  los cerqueros artesanales del norte (20 barcos de Barbate con 350 tripulantes), se ha ampliado la zona de pesca hacia el sur, hasta alcanzar el paralelo 33º,25’ N, para un máximo de cinco barcos simultáneos de esta flota, con posibilidad de aumentar esta cantidad el próximo año.

Los palangreros de fondo artesanales del norte (24 barcos de Algeciras, Barbate y Conil, con unos 150 tripulantes), ahora dispondrán de cinco licencias adicionales con respecto al protocolo anterior. Cuatro de estos barcos podrán pescar también más al Sur, como en el caso de la categoría 1, en el primer año de vigencia. Salvo informe científico en contrario, a partir del segundo año podrán ser más los barcos que vayan al sur.

Esto conlleva que los que hasta ahora solían trabajar en el punto de Kenitra (Marruecos), ahora puedan llegar hasta aguas del Sahara Occidental, que se encuentra en proceso de descolonización por parte de las Naciones Unidas, desde que el territorio fue abandonado por España en 1975

El último de los acuerdos, inhabilitado por el Parlamento Europeo, permitía pescar en aguas del Sahara Occidental, pero según el acuerdo, la pesca puede realizarse en “aguas que se encuentren bajo la soberanía o jurisdicción del Reino de Marruecos”, para ello la UE acordó que los beneficios debían repercutir sobre la población autóctona, divididos entre los campamentos de refugiados de Tinduf y la ocupación marroquí,  algo que los eurodiputados no han podido corroborar y que Marruecos no ha permitido investigar.

Este acuerdo es considerado por asociaciones y ONG internacionales como un gasto inútil que discrimina a la población saharaui que se encuentrarefugiado en el desierto de Argelia a la espera de volver y lograr explotar sus recursos mientras sufren serios problemas de higiene y alimentarios.

Exteriores

Vulnerables cooperantes

Las cooperantes de MSF, Montserrat Serra y Blanca Thiebaut. / MSF
Las cooperantes de MSF, Montserrat Serra y Blanca Thiebaut. / MSF

Esta semana hemos recibido la buena noticia del rescate de las dos cooperantes secuestradas en Kenia, concretamente en Dadaab, considerado el campamento de refugiado más grande del mundo antes de estallar el conflicto sirio.

Montserrat Serra y Blanca Thiebaut, las dos trabajadoras humanitarias de Médicos Sin Fronteras (MSF) liberadas en Somalia después de 21 meses en cautividad, son el ejemplo de dos cooperantes que decidieron invertir su formación en el trabajo contra la injusticia y que desafortunadamente se convirtieron parte de la desgracia que miles de personas viven en la región.

Pero esta liberación marca el fin de los secuestros contra españoles en África, y es que todos los secuestros que han llevado a cabo contra españoles siempre han sido trabajadores humanitarios, un lamentable acto que perjudica seriamente la estabilidad de estos países.

En este caso la gestión de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), no ha sido tan escandaloso y ni ha repercutido a la población afectada, es más MSF continúa trabajando en la zona obligando el rescate y el cese contra los colaboradores.

En el secuestro de los cooperantes españoles en los campos de refugiados saharauis de Argelia la estrategia fue totalmente distinta, una vez liberados se procedió al desalojo de los cooperantes abandonando las tareas de estos trabajadores, certificando de alguna manera que los gastos por la liberación eran evidentemente altos.

Y es que España paga sus rescates, al parecer no en esta ocasión, sobre todo los cometidos por organizaciones salafistas en el Magreb que se han lucrado a costa de este capital ocasionando extorsiones e incluso conquistando territorios como el norte de Malí.

Ser cooperante es un reto para muchas personas que deciden entregar su tiempo y trabajo a la acción social, y las poblaciones receptoras de su ayuda agradecen eternamente su labor, no obstante los riesgos que corren estas personas son muchos.

Viven en zona de riesgos bélicos, sanitarios, higiénicos que les hace aún más fuerte pero que les hace vulnerables ante situaciones como los secuestros, y es que el cooperante es el penúltimo de la cola antes del damnificado, viven con ellos, como ellos, y hasta sufren los mismos riesgos.

Inmigración

8.000 personas cruzaron el Mediterráneo en el primer semestre…

Migrantes recién llegados a Lampedusa (Italia). / ACNUR
Migrantes recién llegados a Lampedusa (Italia). / ACNUR

ACNUR estima que unos 8.400 inmigrantes y solicitantes de asilo llegaron a las costas de Italia y Malta en los primeros seis meses del año. La mayoría llegaron a Italia (7.800 personas) mientras que Malta recibió a unos 600.

Las personas que hicieron este trayecto a menudo partieron principalmente del norte de África, sobre todo de Libia (unas 6.700 personas). Otras 1.700 cruzaron desde Grecia y Turquía y llegaron al sur de Italia, a las regiones de Abulia y Calabria.

Los países del África subsahariana son los principales lugares de origen de estos inmigrantes y solicitantes de asilo, especialmente Somalia y Eritrea. Otros países de origen son Egipto, Pakistán y Siria. Los nacionales de Gambia, Malí y Afganistán también cruzan el Mediterráneo pero constituyen un grupo menos numeroso.

El Mediterráneo es una de las rutas marítimas más transitadas del mundo, pero también es una peligrosa frontera para los inmigrantes y solicitantes de asilo en su ruta hacia el sur de Europa. En vista de los peligros, ACNUR pide de nuevo a todas las embarcaciones en el mar que permanezcan alerta en caso de que hubiera inmigrantes y refugiados que necesiten ser rescatados.

La Agencia de la ONU para los Refugiados también pide a los capitanes de barco en el Mediterráneo que se mantengan vigilantes para llevar a cabo su deber de rescatar embarcaciones en peligro. La ley internacional y la europea también exigen a los Estados que garanticen que las personas interceptadas o rescatadas en el mar que desean solicitar asilo puedan acceder al territorio y al procedimiento de asilo, donde se puedan evaluar sus necesidades de protección.

Las llegadas de inmigrantes y solicitantes de asilo suelen alcanzar las cifras más altas entre mayo y septiembre. En este momento del año, en que se produce un aumento en el número de personas que tratan de realizar este peligroso viaje, es esencial garantizar que se cumpla con la larga tradición de rescate en el mar por parte de todos y que se respete el derecho marítimo internacional.

Los datos se han publicado el día en el que el Papa Francisco ha visitado la isla italiana de Lampedusa, situada frente a las costas de Túnez, y donde se ha preocupado por la situación de los migrantes y refugiados que llegan por el mar a Europa.